¿Qué conduce a la locura de incendiar la selva amazónica? Crear espacios para ganado y fomentar la industria maderera, fuente de grandes ganancias. Eso es lo que está sucediendo en el Brasil, con el apoyo del presidente Jair Bolsonaro quien llegó a la presidencia comprometiéndose a impulsar un nuevo tipo de desarrollo económico.
Hasta el momento, bajo la presidencia de Bolsonaro (quién además de su monstruosa política en contra del planeta, se opone a los derechos de los obreros, las mujeres, los gays, entre otros), más de 3,325 hectáreas cuadradas del amazonas se han incendiado (algo así como mil canchas de futbal estadounidense).
Las franjas más grandes de los incendios se ubican en Brasil y Perú, y están ardiendo a las tasas más elevadas desde que comenzaron a registrarse estos datos en 2013 — un aumento del 84% en comparación con el mismo período del año pasado, según el Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (Inpe).
Wall Street Journal: “Inpe registraba un nuevo incendio aproximadamente cada minuto”. El fuerte aumento de 2019 se debe en gran parte a los madereros ilegales que “queman tierras recién taladas para la ganadería y el uso agrícola”, según expertos ambientales.
El impacto: El horizonte de São Paulo se oscureció 2 horas temprano el lunes cuando el humo de los incendios del Amazonas se extendió a la costa atlántica, como indica la Organización Meteorológica Mundial de la ONU. Según investigadores, agua de lluvia ennegrecida fue recolectada por los residentes de São Paulo. La causa: los incendios forestales de la Amazonía, según el WSJ.
El Amazonas es la selva tropical más grande y con mayor biodiversidad del planeta, y juega un papel esencial en la desaceleración del calentamiento global. Casi dos millones de hectáreas de la selva tropical brasileña se han quemado este año.
