La fiscalía de Brooklyn abrirá nuevamente todos los casos de asesinato que obtuvieron un veredicto de culpabilidad después de ser investigados por el Detective Louis Scarcella, quien estuvo a cargo de algunos de los crímenes más notorios de Brooklyn durante la epidemia de crack de los años 1980 y 1990, informan Frances Robles y N.R. Kleinfield en el New York Times.
Este desarrollo se produce después de que el Times examinara una docena de casos relacionados con el detective Scarcella y encontrara que el detective dependió como testigo en una prostituta adicta al crack, en múltiples procesos de asesinato.
El detective, según la investigación del Times, también presentó confesiones por parte de sospechosos que ellos luego negaron haberlo hecho.
Además, agrega el Times, los abogados defensores, los mismos reos presos y organizaciones defensoras de los presos han contactado la oficina del fiscal de distrito para compartir sus propias sospechas sobre el detective Scarcella.
El nombre del detective Scarcella surgió en marzo, después de que un juez liberó a David Ranta, luego de haber pasado 23 años en prisión tras ser declarado culpable de asesinar a un rabino. Los fiscales determinaron que la condena del Sr. Ranta había sido resultado en gran parte de una labor policial viciada por parte de Scarcella y un socio. La investigación encontró que a criminales violentos se les permitió salir de la cárcel para fumar crack y visitar prostitutas a cambio de incriminar al Sr. Ranta, dijo el Times.
El detective Scarcella, de 61 años, y retirado de NYPD desde 1999, dijo que se sorprendió al enterarse de la medida.
