Un día después del testimonio de Bill Taylor, diplomático de carrera asignado a Ucrania, en el que aparentemente estableció un vínculo directo entre la Casa Blanca y los intentos de obligar a Ucrania a comprometerse públicamente a investigar a Joe Biden, un nutrido grupo de congresistas republicanos ocupó por varias horas la sala donde tendría lugar la audiencia de una funcionaria del Departamento de Defensa.
Laura Cooper tuvo que esperar cinco horas antes de dirigirse al comité que a cargo del proceso de impeachment de Donald Trump.
Los republicamos irrumpieron en el área segura exigiendo que los procedimientos se abrieran a todos los legisladores y la prensa. Aunque por razones de seguridad se prohíben todos los dispositivos electrónicos en el recinto, los republicanos aparentemente llevaron sus teléfonos celulares y algunos tomaron fotos y enviaron mensajes por Twitter.
Fuentes de AP dicen que Cooper, que supervisa la política de Ucrania fue a la reunión bajo citación, y habló durante unas cuatro horas. Explicó cómo se distribuye la ayuda militar y respondió a las preguntas de los legisladores sobre si se siguieron los pasos apropiados en la distribución de la ayuda a Ucrania.
El representante Steve Scalise denunció que los demócratas intentaban acusar al presidente con procedimientos secretos “al estilo soviético”, informa Fox. “Tal vez en la Unión Soviética, este tipo de cosas sea común”, dijo el republicano. “Esto no debería estar sucediendo en los Estados Unidos de América”. (La Unión Soviética no existe desde 1992).
Tal es el protocolo de las investigaciones en la Cámara de Representantes. Inicialmente reservado únicamente para los miembros de los comités. Y luego, de ser necesario se abre ante el público.
El New York Times informa que una cuarta parte de los en la Cámara de representantes, incluidos algunos de los involucrados en la protesta, son miembros del comité autorizados para asistir a las audiencias. “Entraron sin autorización a un cuarto donde había un montón de republicanos preparándose para interrogar a un testigo”, dice el representante demócrata Jamie Raskin.
Algunos dicen que fue un intento de generar publicidad, aunque las imágenes alarmaron a otros por su parecido con similares eventos ocurridos en Europa en los años 30.
La Casa Blanca se pronunció a favor del acto.
Imagen cortesía AP
