Danielle Edwards despertó a las 2 am a punto de dar a luz, sin haber sentido los dolores preliminares de parto, y con el bebé que ya había coronado.
Tuvo que actuar apresuradamente.
Escribe Margaret Hartmann en Jezebel, que incapaz de caminar o llamar por teléfono, Edwards escuchó que su hijo Gaelan de 12 años estaba despierto y lo llamó para que la ayudara.
Le dijo, “Cuando yo empuje, y veas la cabeza del bebé, necesito que lo agarres por los hombros y lo saques. Y, casi por instinto lo agarró, poniendo la cabeza sobre su muñeca y, moviéndolo un poco de un lado al otro, y colocándolo en la cama”.
El muchacho luego fue a la cocina, tomó una tijera y una pinza para sellar bolsas plásticas, instrumentos que empleó para cortar el cordón umbilical y ayudar a su madre a expulsar la placenta, agrega.
Agrega Jezebel que Gaelan había aprendido qué hacer mirando televisión (que es lo que estaba haciendo cuando su madre le pdió ayuda) y hojeando literatura sobre el embarazo en los libros de la mamá.
Foto cortesía de katietegtmeyer via flickr
