Antes de lograr la fama, pintar la Mona Lisa y la Ultima Cena, antes de inventar el helicóptero y otras máquinas voladoras, Leonardo da Vinci era un vendedor de armas, creador de máquinas de guerra.
Igual que todos, tenía que preparar un Curriculum Vitae, para vender sus servicios.
En 1482, a los 30 años, escribió a Ludovico il Moro, Duque de Milán, para ofrecer sus capacidades.
The Ladders, en celebración del cumpleaños de Leonardo este 15 de abril, comparte el “resumé” del maestro, cuyo original ofrecemos aquí.
“Muy Ilustre Señor, habiendo observado lo suficiente las muestras de todos aquellos que se proclaman productores calificados de instrumentos de guerra, y viendo que la invención y el funcionamiento de dichos instrumentos es nada diferente de los de uso común: me voy a esforzar, sin perjuicio a cualquier otra persona, para explicar a Su Excelencia, y mostrar a su Señoría mi secreto, y luego ofrecer ponerme a disposición suya y trabajar efectivamente en los momentos oportunos en todas aquellas cosas que haré breven referencia a continuación.
1. Tengo una especie de puentes muy ligeros y fuertes, adaptados para ser más fáciles de transportar, y con ellos se puede perseguir, y en cualquier momento escapar, los enemigos; estos puentes son, seguros e indestructibles por el fuego y la batalla, fáciles y convenientes para levantar y colocar. También, métodos para quemar y destruir los del enemigo.
2. Sé cómo, cuando se sitia a un lugar, extraer el agua de las trincheras, y construir innumerables variedades de puentes y caminos cubiertos y escaleras, y otras máquinas relacionadas con tales expediciones.
3. Si, por causa de la altura de los bancos, o la fuerza del lugar y su posición, es imposible, durante el sitio de un lugar, implementar los planes del bombardeo, tengo métodos para la destrucción de todas las rocas o cualquier fortaleza, aun cuando se haya construido sobre una roca, etc
4. Una vez más, tengo los tipos de morteros, más conveniente y fáciles de llevar, y con esto lo puede lanzar pequeñas rocas con la intensidad de una pequeña tormenta; y con el humo de ellas causar terror dentro de las filas enemigas, en su perjuicio y confusión.
5. Y si la lucha debe ser en el mar, tengo muchos tipos de máquinas eficientes para el ataque y la defensa, y las embarcaciones que resisten el ataque de los cañones más grandes, la pólvora y el humo.
6. Tengo los medios, a través de minas secretas y para sin hacer ruido alcanzar un lugar designado, incluso si es necesario pasar por debajo de una zanja o un río.
7. Haré carros cubiertos, seguros e inatacables, las cuales, al atacar al enemigo con su artillería, no encontrarán ninguna formación de hombres que los pueda detener. Y detrás de ellos, la infantería estaría seguray sin ningún obstáculo.
8. En caso de necesidad, haré cañones, morteros y artefactos explosivos livianos, en formas útiles, fuera del tipo común.
9. Si la operación de bombardeo fuera a fallar, me gustaría inventar catapultas, trabucos y otras marvillosas máquinas eficaces. Y definitivamente, según las diversas necesidades de cada caso, puedo idear un sinfín de medios de ataque y defensa.
10. En tiempos de paz, creo que puedo traer perfecta satisfacción igual que cualquier otro en la arquitectura y la composición de los edificios públicos y privados, y en la orientación de agua de un lugar a otro.
11. Puede producir esculturas en mármol, bronce o arcilla, y también puedo hacer lo que sea con la pintura igual que pueda cualquier otro, sea quien sea.
Y, si alguna de las cosas arriba mencionadas parece imposible o no factible, estoy muy dispuesto a realizar el experimento en el parque, o en cualquier lugar del agrado de Su Excelencia – a quien me encomiendo on la mayor humildad.”
Fuente: The Ladders
Ilustración: Autorretrato de Leonardo, Wikipedia
