Hagan la guerra y no habrá sexo, en ElMolinoonline.comLas mujeres de Dado, en la isla de Mindanao, al sur de las filipinas, se lo dijeron claramente a sus hombres: si siguen haciendo la guerra no van a hacer el amor con nosotras.

Esa amenaza de lo que en efecto fue una huelga de sexo, según la Agencia de Refugiados de la ONU informó el viernes, ha traído resultados: la anhelada paz a la población donde viven unas 102 famillias.

Es un zona de conflictos entre clanes y familias que lleva años, con peleas, balaceras y muertes, incluso había dado origen a un movimiento separatista musulmanes.

Pero una vez las mujeres le dijeron a los maridos, como no haya paz, no habrá sexo, la cordialidad retornó. Ahora pueden dedicarse a la costura, ocupación para muchas de ellas.

El concepto de una huelga de sexo no es nada nuevo y sin embargo es altamente eficaz.

En la obra de Aristófanes, Lisístrata dirige una huelga de sexo como parte de obtener la paz y el fin a la guerra del Peloponeso.

En Kenya, en el 2009 un grupo de mujeres negaron sus afectos a sus compañeros durante una semana, también para obtener la paz. Y, por si los hombres iban a buscarlo por otro lado, hablaron con las prostitutas del área y ganaron el apoyo solidario.

En Colombia, en el 2006 las mujeres de los pandilleros en Pereira lanzaron La huelga de las piernas cruzadas, como protesta a la violencia. Se redujeron los asesinatos

En junio de este año, las mujeres de Barbacoas en Colombia también usaron para exigir una carretera y un puento.

Si los cónyuges de los políticos de EUA siguieran ese ejemplo, a lo mejor podría pasar algo positivo.

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