Desafiante, en su primera alocución nacional desde junio, el presidente de Siria Bashar al-Assad presentó un plan de ‘paz y reconciliación nacional’ que la oposición no tardó en rechazar, informa Al Jazeera English.
El dirigente habló desde el Palacio de la Opera de Damasco ante una sala llena de sus partidarios que en varias ocasiones le interrumpieron con aplausos.
La ciudad se encontraba en alto estado de seguridad, agrega el servicio noticioso de Qatar.
Rodeado por imágenes de víctimas de la guerra civil, que en 21 meses ha cobrado un saldo de 60,000 vidas según la ONU, reconoció el sufrimiento de su nación y pidió un nuevo gobierno y una nueva constitución.
Sin embargo, agrega Al Jazeera, un dirigente de la Oposición Nacional Siria descartó el discurso como “retórica vacía”.
Comentó Louay Safi que “No se ofreció a dimitir, que es una condición previa a cualquier negociación”. “Quiere aplastar a la oposición y espera que se pueda quedar en el poder durante los próximos 40 años, igual que su padre”.
En su discurso Assad dijo que el diálogo está abierto únicamente a aquellos que “no han traicionado a Siria” y a la oposición organizada dentro del país.
Acusó a los rebeldes de actos criminales y de responder a intereses extranjeros.
“Nunca hemos rechazado una solución política, pero ¿con quién deberíamos hablar? ¿Con aquellos cuya ideología extremista solo comprenden el lenguaje del terrorismo?”, dijo según Al Jazeera English.
“¿Negociar con los títeres que ha envíado el occidente: nosotros negociamos con el amo, no con el esclavo.
“¿Es esto una revolución y son ellos revolucionarios? Por Dios que yo los llamaría una banda de criminales”.
