Incertidumbre sobre el futuro de Egipto es el resultado de la victoria de Mohamed Morsi candidato presidencial de la Hermandad Musulmana, que de ser la más fuerte organización opositora ahora pasa a manejar la nación.
Informa Al Jazeera English que decenas de miles de partidarios del nuevo presidente se lanzaron a la emblemática Plaza Tahrir para celebrar el anuncio de la comisión electoral.
La emocional celebración fue punteada por coros religiosos de “Dios es grande” y “Abajo el régimen militar”.
Dice que Morsi ganó 13.2 millones de votos de pocos más de 26 millones de sufragios, con lo cual obtiene en 51 por ciento de los votos. Ahmed Shafik, antiguo funcionario del gobierno de Hosni Mubarak, recibió 12.3.
Agrrega Al Jazeera que más de 800,000 votos fueron anulados, dice. Igualmente, más de 450 irregularidades fueron reportadas y posteriormente descartadas.
Mientras los vecinos de Egipto, felicitaban al ganador, y el gobierno de Binyamin Netanyahu, en Israel manifestaba sus deseos por “continuar la coopración con la administración egipcia”, el mundo comenzaba a analizar lo que significa una gobierno islámico en Egipto, la nación árabe más numerosa.
