Decenas de leyes que buscan combatir la inmigración ilegal se presentaron desde temprano en las sesiones de las legislaturas estatales, la mayoría de ellas sin llegar muy lejos, pero algunas avanzan en el proceso que eventualmente puede convertirlas en leyes, escribe Kim Severson en el New York Times.

Estas son algunas de las leyes más estrictas en toda la nación, dice.

Algunas buscan impedir que los inmigrantes indocumentados ingresen a la universidad, incluso contraigan matriminio con ciudadanos de EUA.

En estados como Alabama, Georgia y Carolina del Sur, los republicanos controlan las legislaturas estatales y, dice, en estos estados la presencia de latinos, legales e ilegales, ha aumentado sustancialmente en años recientes.

En Alabama, explica, la población hispana aumentó en 144 por ciento desde el año 2000. En Mississippi, en 106 por ciento y en Carolina del Norte por 111 por ciento. Georgia es el séptimo estado con inmigrantes sin documentos, dice.

Algunos de los proyectos de ley que han pasado las fases iniciales han sido redactados cuidadosamente para evitar que resulten en publicidad negativa, como ha sido el caso en Arizona.

Aún así, son medidas draconianas, apunta. En Carolina del Sur, sería ilegal transportar a una persona sin documentos a cualquier sitio, ya fuera un hospital o una iglesia. En Alabama, alquilar vivienda a una persona sin documentos constituiría un crimen.

Algunos legisladores entrevistados dijeron al Times que no son anti hispanos ni anti inmigrantes. “Sencillamente quieren controlar el ingreso de gente a los EUA y ser justos con las personas que llegaron siguiendo los canales apropiados. En ausencia de acción del gobierno federal, los estados tienen la responsabilidad de actuar”.

Estas medidas han generado gran preocupación en las comunidades de inmigrantes.

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