Podemos
Podemos lucha por una España en donde se respete al trabajador, se pongan las necesidades de todos por encima de las riquezas de pocos, donde las familias no sufran el desgarramiento de separaciones por falta de empleo, donde nadie sea desahuciado de sus viviendas y los hospitales no tiren a los pacientes a las calles.

Una España donde los políticos sean empleados de los ciudadanos y como tales tengan que rendir cuentas a ellos. Un país sin corrupción generalizada. Ni puertas giratorias, donde los cargos públicos sirvan como medio para el lucro ilícito y personal.

Esa España puede comenzar a construirse a partir de mañana mismo.

Con una victoria de Podemos en las elecciones generales, nuestros hermanos pueden tirar de la cadena del inodoro de la política en la madre patria y deshacerse de los que han destruido al país. Los de siempre. Los priviligiados por nacimiento o por conexiones.

Una victoria de Podemos mañana pondría fin a ese cáncer llamado bipartidismo, donde minorías reparten los frutos del trabajo de las mayorías.

Podemos, fundado en las plazas de toda España en 2011 con el desborde nacional de indignación conocido por el 15-M, ha demostrado tener la visión del cambio. A partir su inspiradora victoria en marzo de este año, comprobó su capacidad de gestión y transparencia, en ciudades como Barcelona, Madrid, Zaragosa entre otros.

Este 20 de diciembre, España tiene una cita con la historia. Por primera vez en tiempos recientes, casi 36.5 millones de electores tendrán una opción clara: Continuidad o cambio.

Continuidad es repetir la pesadilla, el sombrío y desolado camino de austeridad, corrupción, la escualidez intelectual y carencia de energía del PP y el PSOE.

Cambio, como dijo Pablo Iglesias, el carismático y energético lider de Podemos, es ver hacia el futuro con una sonrisa. La sonrisa de saber que un país se construye con la gente. La gente común y corriente.

Por la lista de Podemos y Pablo Iglesias a la presidencia del gobierno.

Comité editorial El Molino Online

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