El Departamento de Seguridad Nacional de EUA comenzará hoy jueves una revisión de casi 300,000 casos de deportación ante los tribunales de inmigración con el objetivo de acelerar las deportaciones de criminales convictos y detener las de muchos inmigrantes ilegales sin antecedentes penales, escribe Julia Preston en el New York Times.
Igualmente, agrega el Times, la administración iniciará a la vez un programa de capacitación a nivel nacional para los agentes y fiscales de inmigración.
A partir del 13 de enero del 2012 comenzará a evaluar cómo implementar nuevas normas de deportaciones a nivel nacional.
El objetivo de este programa acelerado es agilizar los procesos en los 59 tribunales de inmigración en todo EUA que no dan abasto con el récord número de casos de deportaciones, dice.
Los fiscales de inmigración evaluarán cada caso individualmente, apresurando las deportaciones de los extranjeros que hayan cometido delitos graves o presenten peligros para la seguridad nacional y, posiblemente, cerrando las de indocumentados que llegaron de niños a EUA, han prestado su servicio militar, son de edad avanzada o tienen familiares cercanos que son ciudadanos estadounidenses, dice.
El estar ilegalmente en EUA no es una ofensa criminal sino civil, apunta.
Señala que la administración de Barack Obama ha deportado casi 400,000 personas cada año en los últimos tres. Según los funcionarios de inmigración a cargo de la nueva política, esa cifra no cambiaría aunque cambiarían los criterios de deportación.
“Mientras que el anuncio ha aumentado las expectativas en la comunidad latina y otras comunidades de inmigrantes, hasta el momento esta política se ha implementado desigualmente, aumentando la desilusión con el presidente Obama en esas comunidades”.
