El que haya terminado la elección estadounidense no significa que la guerra de clases de los super millonarios contra los pobres de haya concluído, escribe Paul Krugman en el New York Times.
Después de haber perdido en las urnas, la plutocracia está tratando salirse con la suya “subrepticiamente”, utilizando la cobertura bipartidista de “respuestas sensibles al déficit presupuestario”, dice.
Destaca un ejemplo: el llamado a elevar la edad de la jubilación y la eligibilidad para Medicare, el seguro subsidiado, supuestamente porque la esperanza de vida está aumentando.
Pero, dice Krugman, la esperanza de vida ha aumentado más entre los ricos. “¿Por qué tienen que jubilarse más tarde los trabajadores del aseo porque los abogados están viviendo más tiempo?”
Los límites sobre las deducciones en los impuestos en vez de elevar las tasas tributarias es también otros truco, dice el Nobel de economía del 2008.
Ningún límite sobre las deducciones traerá tanto dinero como “dejar que venzan las partes pertinentes de los recortes fiscales de la era Bush”.
Incluso la propuesta Bowles-Simpson, de la cual Krugman no es gran admirado, comenzó con la suposición de que los recortes del segmento más alto de impuestos de la era Bush vencerían.
“Es una verdad incómoda, pero es la verdad, no estamos todos juntos en esto”, escribe.
Los ricos están “tratando de utilizar el pretexto de su preocupación por el déficit para arrebatar la victoria de las fauces de la derrota. No podemos permitir que se salgan con la suya”.
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