La aplicación agresiva de las leyes de posesión de la marihuana atrapa innecesariamente a cientos de miles de personas, en su abrumadora mayoría afroamericanos, en el sistema de justicia criminal de EUA, desperdicia miles de millones de dólares de los contribuyentes y no ha logrado parar el consumo de la yerba, dice la ACLU en un informe que pide una reforma “justa e inteligente” a este aspecto de la llamada guerra contra las drogas.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés) sostiene que la aplicación de estas leyes se distingue por el racismo — el 50% de los arrestos es de ciudadanos de raza negra, aunque en términos raciales negros y blancos la consumen igual.
Apunta que de los 8.2 millones de arrestos por marihuana entre el 2001 y el 2010, el 88% fue por posesión de pequeñas cantidades.
Señala que más de la mitad de todos los arrestos por drogas en EUA se debe a posesión de marihuana.
Y, ¿qué se ha conseguido con ello? Nada positivo, dice.
“A pesar de ser una prioridad para los departamentos de policía en todo el país, la guerra contra la marihuana no ha logrado reducir el consumo y la disponibilidad de la marihuana pero sí ha desviado recursos que podrían invertirse mejor en nuestras comunidades”, dice.
Cifras proporcionadas por Gene Demby de NPR, en una nota sobre las “Multiples rostros de la marihuana en EUA”, indican que 100 millones de personas en EUA son “aficionados a la marihuana”, 17 millones de ellos la consumen en base regular.
Al mismo tiempo, señala NPR, algunos estados han legalizado la posesión del cannabis, otros la han despenalizado, un creciente número de dispensarios la distribuyen con fines médicos, empresarios e inversionistas se están preparando para el momento en que se pueda cultivar, procesar y comercializar libremente. Y encuestas indican que la mayoría del público quiere que sea legalizada.
Más información en inglés NPR
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