Dos años después de que haya terminado oficialmente la Gran Recesión, las perspectivas de encontrar empleo para los jóvenes estadounidenses siguen siendo históricamente sombrías, sin que logren emplearse más del 17 por ciento de las personas entre 16 y los 24 años de edad que buscan trabajo, escribe Jim Tankersley en National Journal.
Esto es la tasa más elevada en casi 30 años, dice.
Dentro de ese grupo demográfico, agrega, el porcentaje de jóvenes que están trabajando ha caído al 45 por ciento. Agrega que es el nivel más bajo desde 1948, cuando el Departamento de Trabajo empezó a registrar los datos.
En conjunto, las cifras sugieren que el mercado laboral de EUA no está logrando incorporar a la juventud, apunta. Esta es una situación peligrosa económicamente para EUA como nación y políticamente para el presidente Barack Obama, señala.
Dice que los graduados universitarios que se unen a la fuerza laboral durante la recesión tienen ingresos muy inferiores en su primer año y durante el transcurso de sus carreras, que aquellos que lo hacen durante época de auge económico.
Los trabajadores atascados en la línea de desempleo durante un periodo de tiempo muy largo arriesgan tener que sufrir el proceso deobservar cómo se atrofian sus capacidades, lo cual aumenta sus dificultades de encontrar nuevos puestos de trabajo posteriormente.
Esto es particularmente cierto, sin embargo, para la gente que permanecen mucho tiempo esperando su primer trabajo.
