El temor por parte de muchos estadounidenses de que si Barack Obama gana un segundo mandato les quite las armas ha llevado a muchos a abastecerse de armamento a niveles sin precedente, escribe Rob Quinn de newser.
Igual que en el periodo que precedió la primera administración, dice, es un temor sin fundamento.
Pero persiste.
En los días previos a la elección presidencia, agrega, tal como sucedió hace cuatro años, las ventas se han disparado.
Smith & Wesson, dice newser en base a un informe de NBC, ha aumentado en 50% sus ventas. Ruger acaba de vender su arma número un millón este año, casi igual que vendió el año pasado, apunta.
El temor subyacente de que el gobierno ordene confiscar armas es un elemento principal en este auge, explica.
Agrega que, irónicamente, la única ley sobre armas a particulares que Obama ha firmado como presidente de hecho amplía los derechos de los dueños.
Dijo un vendedor en New Jersey, “Debería colgar una foto de Obama. Sería el vendedor del año”.
Otra razón dice newser, podría ser que la situación económica tiene a la gente preocupada.
La mayoría de las compras de armas es por parte de personas jubilidas. “Cada día diez mil personas cumplen los 65 años. No pueden correr, no pueden pelear, tienen que disparar”.
