UnknownCuando Michael Dunn abrió fuego una noche en frente a una tienda de la Florida contra un automóvil con varios adolescentes afroamericanos, él temía por su vida.

Esa fue la razón, según dijo a un jurado de la Florida, por la que disparó diez tiros, matando a Jordan Davis de 17 años.

Se sabría poco después que los jóvenes no tenían armas.

Dunn, quien en aquel fatídico momento tenía un permiso para portar una pistola oculta, sostiene que él creyó haber visto un arma en el auto.

Dunn y los jóvenes estaban en medio de un altercado originado cuando ellos se habían negado a bajar el volumen de lo que él llamó “música de hampones”.

Un jurado de la Florida declaró anoche nulos los cargos de asesinato en primer grado, luego de deliberar infructuosamente por más de 30 horas.

El mismo jurado, sin embargo, declaró a Dunn culpable en tres cargos de intento de asesinato y uno de disparar a un vehículo ocupado.

Dunn será sentenciado en fecha futura y le esperan varios años en la cárcel.

Pero la nulificación del cargo de asesinato en primer grado deja ambigua la pregunta si asesinar a un joven negro en la Florida es legal.

Fuente: AP