gaza071214_0573.jpg
Tyler Hicks/The New York Times

Las cosas van de mal en peor en la franja de Gaza, siendo el domingo el día más sangriento desde que el 8 de julio cuando nuevamente comenzó el conflicto.

Informan Anne Barnard e Isabel Kershner en el New York Times que 13 soldados israelíes murieron en combates y entre 60 y 87 palestinos en la sección Shejaiya de Ciudad Gaza.

El Times dice que al menos 425 palestinos han muerto, de los cuales unos 100 son menores de edad, más de 1,000 personas han sido heridas y unos 65,000 han sido desplazados de sus casas.

Los israelíes reportan las muertes de 18 soldados y dos civiles. Dos de los militares muertos eran también ciudadanos de EUA, dice el Times.

Aquí el Times tiene una cronología del saldo humano en Gaza.

Los combatientes de Hamas anunciaron la captura de un soldado israelí.

Agrega el Times que la resistencia de los palestinos es muy superior a lo que anticipaban los israelíes. “Parecen haber aprendido las lecciones del 2012”, comentó un militar del estado judío. “Tengo que reconocer que enfrentamos un enemigo muy capaz”.

Hasta el momento, indica el Times, el primer Ministro Benjamin Nentayahu tiene apoyo interno para la invasión. Sin embargo, el apoyo internacional parece estar llegando al fin.

Tanto el Secretario de Estado de EUA, John Kerry, como el Secretario General de la ONU Ban Kimoon están la región intentando lograr un cese al fuego. Kerry, en un estudio de TV estadounidense, había usado cuestionado en lenguaje sarcástico los objetivos “de ubicar” con que Israel describe el operativo.

El presidente Obama ha pedido un ceso inmediato a los combates.

Los palestinos llaman el ataque contra Gaza una “horrible masacre”, mientras que el primer ministro israelí dice que es lo necesario para la protección de su estado y sostiene que Hamas usa a la población civil como “escudos humanos”.

 

En la zona más golpeada, un edificio de bloques de cemento había sido aplanado; la estructura vecina estaba parcialmente caída y otros al cruzar de la calle habían sido quemados. En las calles laterales, vidrio y escombros cubrían el suelo y las paredes estaban acribilladas por las marcas de metralla. Los trabajadores trataron de sacar los cuerpos de entre los escombros.

Varios que parecían ser combatientes salieron de un agujero en un muro de hormigón y espantaron a los fotógrafos de distancia.

Los restos de una ambulancia explotada cubrían una calle, el motor había sido arrancado del vehículo. Durante los enfrentamientos, murieron un periodista palestino que había montado con un equipo de la ambulancia en el barrio junto con un paramédico, cuyo cuerpo yacía en una camilla en el hospital Shifa, todavía en su ropa verde de friega.

 

Artículo en inglés 

Masacre palestina