Foto cortesía Steven Rosenfeld, Hawkinsville

ATLANTA, Georgia — La votación anticipada comenzó el 14 de diciembre en este estado y a través de esta metrópolis se ven largas colas de votantes, enmascarados, observando el distanciamiento social que requiere la pandemia. 

En el segundo día de votación anticipada, más de 167,000 georgianos votaron en persona; 169,000 votaron el primer día. En combinación con los 379,000 ciudadanos que han votado por correo, el número total de sufragios emitidos hasta ahora en la segunda vuelta es 715,000.

Si David Perdue y Kelly Loeffler, los actuales senadores republicanos son derrotados por los demócratas Jon Ossoff y el reverendo Raphael Warnock, el partido de Joe Biden tendría mayoría en el senado. Este cambio de poder permitiría al presidente electo gobernar e implementar las reformas que ha prometido en su campaña.

Joe Biden visitó Atlanta ayer.

No ha habido una elección de mayor importancia nacional en Georgia en décadas. Activistas políticos, candidatos, líderes de los partidos, se han desplegado a lo largo y ancho del estado para analizar, apoyar, informar al electorado.

El resultado depende en gran parte de la capacidad de movilizar en números suficientes a las comunidades negra y latina del estado, tanto en los centros metropolitanos como en áreas rurales, pobladas en mayoría por blancos, michos de ellos racistas, que mantienen sus pequeñas ciudades congeladas en el tiempo — no muy diferentes a los años 60.

El periodista Steven Rosenfeld visitó visitó Hawkinsville, Georgia, una ciudad de 5400 habitantes a unas 150 millas al NO de Atlanta, donde tenía lugar un evento de inscripción de votantes.

Allí habló con Julius Johnson, un líder de la comunidad afroamericana.

“Aquí hay mucho trauma y la gente en estos pueblos rurales no ha tenido acceso a una estructura de poder local efectiva para representar sus intereses. Han sido engañados con todos los trucos del libro. Y por más que las personas sean resistentes, están fatigadas. La gente se ha adaptado a gran parte de la desigualdad que existe”.

Johnson pintó un cuadro difícil de comprender para las personas que no conocen el sur de EUA. “Cementerios separados de la ciudad para blancos y negros; historias familiares de cómo a los negros que se mudaron al norte no se les permitía descargar sus autos en las calles de Hawkinsville en la década de 1960, para que los residentes negros locales no vieran su relativa pobreza; trabajadores agrícolas negros eran azotados por los granjeros a finales de los años setenta y ochenta; muchos negros todavía no nadan en el cercano río Ocmulgee, ya que periódicamente esqueletos salen a la superficie o son extraídos”.

El mensaje de Johnson es que los negros, y los latinos que viven en las sombras de la indocumentación, sospechan de los extranjeros y los métodos de publicidad política moderna en realidad no le llegan a ellos.

Eso puede traducirse en baja participación — que llega a ser un enorme desafío.

En Atlanta, que también contiene áreas de bajos ingresos, igual que en las pequeñas poblaciones rurales en los 159 condados del estado, muchos votantes no votaron.

Rosenfeld también entrevista a Andrea Miller del Center for Common Ground, quien se manifestó preocupada (pero en ningún momento desmoralizada) por la baja participación minoritaria.

“Hubo números realmente alarmantes en Atlanta”, dijo Andrea Miller, cuya organización sin fines de lucro envío 875,000 postales a georgianos y realizaron un seguimiento con llamadas telefónicas y mensajes de texto. “Mire el condado de DeKalb”, dijo. “173,000 votantes no se presentaron”.

La admirable labor de Stacey Abrams, ex miembro de la legislatura estatal y candidata a gobernadora en 2018 ha producido resultados. Cinco millones de georgianos votaron en las elecciones presidenciales en noviembre 3 —  un millón más que en la contienda para gobernador en 2018. 

Pero todavía hay mucho trecho por recorrer para obtener una victoria clara e indisputable. Miller y los organizadores de derechos civiles con presencia activa en Georgia, como Black Voters Matter, la Coalición de Georgia para la Agenda del Pueblo, la NAACP y el Proyecto New Georgia, le están apostando a que amigos, familiares, líderes religiosos ayuden a movilizar a los votantes de color, particularmente en las ciudades más pequeñas y áreas rurales áreas.

Esta es parte de la labor que están realizando voluntarios a través del estado.

Cómo votar en Georgia