Mientras que en París los rateros se llevaban los iPods, iPads y iPhones de una céntrica tienda, en Andalucía ladrones encapuchados vaciaban el depósito oficial de drogas confiscadas por el departamento de aduanas.
Se llevaron nada menos que 30 fardos con 1,000 kilogramos de hachís, informa Lucía Vallellano en un parte de la EFE que publica El País.
Dice que el hurto tuvo lugar en Huelva “mientras sonaban las campanadas de Nochevieja”.
Este ha sido el cuarto robo de drogas confiscadas, en el mismo sitio, señala: con el nuevo robo, son 1740 kilos de drogas los que han sido sustraídos de bodegas del gobierno.
