Con los resultados de las primarias en Indianna, Donald Trump se ha coronado como el candidato presidencial de los republicanos, Ted Cruz tiró la toalla, y Bernie Sanders sigue sorprendiendo al campo de Hillary Clinton (los medios corporativos incluídos) con otra clara victoria.
La única sorpresa de la noche, la cual ha sido minimizada por los medios, fue Sanders en Indiana.
Señala Jonathan Swan en The Hill que Hillary Clinton aventajaba a Sanders por cerca de 7 puntos porcentuales antes de la elección. “No es la primera vez que Sanders contradice las encuestas para ganar inesperadamente inesperada. En Michigan, perdía por 21 puntos antes de llevarse la primaria del estado”.
Confirman estos resultados que si bien los republicanos ya tienen candidato, el oficialismo demócrata no ha logrado consolidar a Hillary Clinton.
Bernie Sanders sigue acumulando delegados que, aunque no le dan los 2,383 necesarios, impide que ella los obtenga. Con ello, la convención demócrata en julio puede encenderse.
Poco después de anunciarse el arrasador e incuestionable triunfo de Trump, Ted Cruz anunció en un largo, emocional y pesado discurso que su única opción era retirarse. “Le dimos con todo lo que teníamos”, dijo el candidato rodeado de su familia y acompañado por Carli Fiorina, también antigua candidata, y quien había aceptado el cargo de candidata a vice presidenta en caso de que fuera a ganar la nominación.
No sucedió.
Reince Priubus, presidente del partido republicano, por Twitter pidió al campo republicano que era el momento de unir al partido. @realDonaldTrump will be presumptive @GOP nominee, we all need to unite and focus on defeating @HillaryClinton #NeverClinton.
Sin embargo, muchos en el campo republicano siguen empecinados en negar su apoyo a Trump. Algunos hablan de un candidato “kamikaze” que se presente en un tercer partido. Otros han señalado que votarían por Hillary Clinton.
John Kasich, actual gobernador de Ohio y quien sólo ha ganado un estado, es el único adversario restante, una candidatura patética y con una total carencia de relevancia.
Trump no ha logrado los 1,237 delegados necesarios, pero es cuestión de tiempo.
Es imparable.
Comentario de Chuck Todd, moderador de Meet the Press y reportero político de NBC News, al enterarse de la consolidación de Trump. “Será la primera vez en la historia de EUA que se enfrentan dos candidatos con una imagen mayoritariamente negativa”. Se refería a una contienda Trump vs Clinton, que es lo que la prensa oficialista impulsa.
Para Clinton las opiniones negativas son 55%; para Trump 69%.
Lamentó Chuck Todd que fueran esas las únicas alternativas que tiene hoy día el electorado estadounidense — descartando nuevamente a Bernie Sanders.
Pero el campo de Bernie Sanders opina lo contrario. Ellos aseguran que la campaña sigue vivita y coleando. Pasadas los golpes de semanas previas, sorprendió con una ventaja de 30,000 votos a Clinton, 52% de los votos par él, contra 47% para ella.
Declaró Bernie Sanders: “La campaña de Clinton piensa que esta contienda ha terminado. Están equivocados. Tal vez lo será en la imaginación de los que pertenecen al establecimiento del partido, pero los votantes en Indiana tenían una idea muy diferente. La campaña no había terminado todavía para ellos. No ha terminado para los votantes en West Virginia. No se ha acabado para los demócratas en Oregon, Nueva Jersey y Kentucky. No se ha acabado para los votantes en California y en todos los demás estados con elecciones aún por efectuarse.
“Entendemos que tenemos un camino a la victoria que es cuesta arriba, pero hemos estado luchando cuesta arriba desde el primer día de esta campaña. Estamos en esta campaña para ganar y vamos a luchar hasta que se haya emitido el último voto. Nada me gustaría más que enfrentar y derrotar a Donald Trump, una persona que nunca debe llegar a ser presidente de este país”.
Cabe señalar que anoche los medios corporativos esperaron horas antes de atribuírle el estado a Bernie Sanders — sustancialmente después de que la campaña anunciara que había ganado Indiana.
Y pasadas las declaraciones de Trump, las cámaras de CNN permanecieron en una sala vaciándose, mientras que Bernie Sanders hablaba ante la prensa.
Con ello básicamente le negaron al candidato, y al electorado de Indiana, el espacio en el aire que tradicionalmente corresponde luego de un triunfo.
