Una vez fue posible argumentar que las políticas de Israel no eran las mismas que el apartheid, porque sus objetivos explícitos, por imperfecta que fuera la manera de perseguirlos, eran finalizar la ocupación, escribe James Besser corresponsal durante años de Haaretz, el diario más antiguo de Israel. Pero 
la reelección de Benjamin Netanyahu muestra que ello ha cambiado.
“Durante el cuarto de siglo que he pasado en Washington como corresponsal de periódicos judíos, con frecuencia he defendido a Israel contra las acusaciones de que había creado un sistema de apartheid en Cisjordania. Pero las elecciones de esta semana, con Benjamin Netanyahu preparándose para otro mandato formando una coalición de más de línea todavía más dura, significa que el apartheid es el camino que el electorado israelí ha elegido. Los resultados inevitables incluirán aún mayor aislamiento internacional para el estado judío, un impulso a los esfuerzos para aplicar un boicot y sanciones , una apoyo disminuído entre los Judios de EUA y una intensificación sin fin de los ciclos de violencia “.
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