Las autoridades chinas fallaron a favor de Jiat Feng, quien demandó ante la corte a su esposa por “haberle escondido sus atributos físicos reales”, informa el diario colombiano El Espectador.

Todo comenzó cuando la cigüeña alegró el hogar de Jeng y su esposa con una bebé que no se parecía a ninguno de los dos.

Ante las dudas del hombre, su esposa aceptó que se había sometido a un amplio número de cirugías plásticas. Reconoció que gastó cerca de 100 mil dólares en este tipo de intervenciones para quedar completamente distinta, dice.

Feng tuvo acceso a fotografías de su esposa antes de someterse a las múltiples cirugías y confirmó que la “fealdad” de la bebé había sido flagrantemente heredada por el lado materno.

Ante esto el desilusionado esposo demandó a su mujer, alegando que era demasiado fea y que lo había timado al jamás confesarle que su sensual apariencia era producto de la habilidad de un médico y no de la generosa naturaleza.

Las autoridades locales de una ciudad al norte de China fallaron en favor de Feng y ahora será recompensado con 120 mil dólares, dice.