CARLI2En nuestra opinión, el fiasco en torno a la falsa destitución del cardenal Timothy Nolan de New York, reportada a través del mundo pero únicamente en los medios de habla hispana, va mucho más lejos que un simple error de traducción: es un acto de irresponsabilidad periodística por el cual El Diario necesita aceptar responsabilidad.

En la medida que no lo haga pierde credibilidad.

El 2/21/2013 El Diario publicó una nota de la Associated Press, firmada por Rachel Zoll, bajo el titular “Por proteger a pederastas destituyen a Cardenal Nolan de NYC”.

La misma noticia apareció en diversos medios internacionales, entre ellos Univision y otros.

La importantísima noticia tenía una falla mortal: el cardenal Nolan nunca había sido destituído.

Luego, cuando se supo que el cardenal Nolan no había sido destituído, los directores de El Diario intentaron lavarse las manos con la siguiente nota bajo el titular “Desmentida la destitución del Cardenal Nolan de NYC.

“Aunque la agencia de noticias The Associated Press mantuvo hasta hace unos minutos en su servicio informativo una historia en la cual dos abogados aseguraban que la iglesia Católica destituyó al arzobispo de la Ciudad de Nueva York, Timothy Dolan, esa información no fue confirmada por ninguna fuente oficial”.

Puede ser verdad que, como mencionaran primero algunos lectores comentaristas, el error original surgiera de una pésima traducción.

Un pobre diablo tradujo “Depose” en inglés como “Destituir”.

Eso es incompetencia lingüística — y la AP es responsable.

Pero la labor del periodista no es solo la de repetir como un loro.

Verificar es parte integral de cualquier reportaje.

Y fue ahí donde metieron las patas los directores de El Diario. Una noticia de esa envergadura — la destitución bajo circunstancias vergonzosas y potencialmente criminales del cardenal Nolan– requiere la más rigorosa verificación.

Confirmar. Una, dos y tres veces.

Nadie se molestó por hacerlo. No lo hizo la AP. (El artículo erróneo citaba al New York Times — ¿buscó alguien en el Times?)

Pero tampoco lo hizo El Diario. Y esa era su responsabilidad.

Juanjo Romero en la publicación católica De Lapsis reparte rejo justo y parejo, acusando a la prensa en español de hacer “un ridículo espantoso”.

Se burla de la mediocridad de los traductores.

Denuncia los que “no dejan que la realidad les estropee el titular” y no se molestaron por rectificar el error; pero también a los que “sin despeinarse, después de haber mentido, sustituyen la noticia y le echan la culpa a otros (la url de la noticia delata el titular original)”.

Recuerda que así haya la AP sido la primera en meter las patas, “la no comprobación y la titulación es responsabilidad de cada medio”.

Siempre es mejor beber de fuentes que de abrevaderos, dice.

“Luego los periodistas se preguntan el motivo de la pérdida de prestigio de su medio”, recuerda.

En la medida que El Diario pretende ser un periódico en español para New York, en esa medida son ellos los principales responsables por esta garrafal (y vergonzosa) metedura de patas.

Carlos F. Torres,

New York, Febrero 23, 2013

 

Mete las patas El Diario