NEW YORK– Comienzan a sentirse en esta ciudad las contracciones del histórico parto de Palestina como país con todos los derechos y responsabilidades de la comunidad internacional.
Se espera que mañana viernes, Mahmoud Abbas, en representación de las aspiraciones nacionales del pueblo palestino, formalmente solicite del Consejo de Seguridad de la ONU reconocimiento internacional como estado con pleno.
Igual que todo nacimiento, es un doloroso proceso que al cuajar sentará las bases para lo que podría ser una transformación total del Medio Oriente, como se conoce desde 1967.
Para explicar el proceso — que ha desatado una crisis diplomática para EUA e Israel y abierto oportunidades para Francia — presentamos extractos de un artículo más extenso, publicado en inglés, en Huffington Post.
El asunto: Mahmoud Abbas, presidente de Palestina, pedirá reconocimiento de Palestina como miembro de la ONU, en un espacio que ocupa las fronteras de 1967: el Margen Occidental, Gaza y Jerusalén Este.
El proceso: Tres pasos. Primero una carta del presidente Abbas al Secretario general de la ONU, en la que acepta a la ONU, y que se presentará el viernes luego de su discurso. Segundo, votación del consejo vota: aprobación requiere nueve de 15 votos. Tercero, votación por el plenario de la Asamblea requiere, donde requiere tercios de la votación.
¿Que pasa el viernes? EUA ha anunciado que usará su poder de veto sobre esta iniciativa “unilateral”, de los palestinos. El Presidente Barack Obama reiteró en su discurso ayer que cuando haya un estado palestino será el producto de negociaciones con Israel únicamente.
Señala HuffPost que EUA está desesperadamente tratando de impedir tener que usar su poder de veto, ya que ello perjudicaría significativamente una reputación de por sí baja en el Medio Oriente.
Se anticipa que Obama pida a Abbas que retire su solicitud de reconocimiento.
Por otra parte, Nicolas Sarkozy ha sugerido un acuerdo intermedio otorgando a Palestina el estatus de observador, tal como El Vaticano.
¿Qué piensa Israel? “Israel considera la iniciativa palestina un intento de erosionar la legitimidad del país y evadir las negociaciones. Los israelitas también temen que la medida permitiría a los palestinos a desafiar a Israel el tribunales y organismos internacionales”.
