Aunque la familia real de España ha sido una de las que monarquías con menos dramas en Europa, últimamente una serie de vergüenzas públicas la han sacudido, reduciendo la confianza pública, mientras la nación sufre de una de las peores crisis económicas en su historia moderna.

El primer episodio, escribe Ilan Brat en el Wall Street Journal, tuvo lugar cuando el yerno del rey Juan Carlos I se vio obligado a testificar en una investigación de transacciones financieras fraudulentas a principios de año.

Luego, en abril el nieto del monarca tuvo un accidente con una escopeta, arma que un niño de 13 años no debía tener en sus manos, dice.

Para coronar, continua el Wall Street Journal, el mismo monarca Juan Carlos I, acaparó los titulares mundiales en su escándalo con los elefantes de Botswana, siendo ampliamente criticado y mofado.

“Estos incidentes trajeron a la superficie un resentimiento latente y sometieron a la realeza a críticas públicas por parte de la prensa poco características”.

Históricamente, dice Wall Street Journal, la prensa española había tratado la corona “con guantes de seda”. Pero desde que el rey criticó a la prensa, el pacto comenzó a romperse, dice.

Los partidarios de la monarquía, apunta el Wall Street Journal, dicen que la institución puede jugar un papel clave en “reconfortar la nación en los angustiosos días como estos”; que juega un papel “unificador en una nación decentralizada” por el regionalismo. Además, señalan que el rey ha ayudado a representar compañías españolas en el exterior.

Enemigos de la monarquía, agrega el Wall Street Journal, dicen que la institución es totalmente distante de la vida de los españoles. Dicen que “no rinden cuentas a nadie”. Critican que el mantenimiento de la familia real le costó al presupuesto del país alrededor de US$10 millones, con un recorte de tan solo el 20 por ciento en el 2012, dice.

Ello mientras en el resto del país se implementan drásticos recortes en programas y servicios, apunta.

Dice que así como para muchos españoles, la monarquía trajo cierta estabilidad al final de la dictadura en 1975, ahora “El segmento que la sociedad española que cuestiona la legitimidad de la monarquía ha aumentado en medio de la crisis económica. La confianza de los españoles en la institución cayó por debajo de un promedio de 5 de cada 10 por primera vez en un sondeo del Centro para Investigaciones Sociológicas estatal”.

Cierra el Wall Street Journal su nota con un sondeo menos científico. Dice que Eugenio Sanz Martín, dueño de la página Bazar Tricolor que vende artículos republicanos. En el año 2,000 vendía una bandera mensual; ahora vende varias diarias.

Artículo en inglés