El de 43 años, ella de 47. Se conocieron en un bar de Munich y decidieron pasar la noche juntos.
Hicieron sus cositas unas cuantas veces.
Luego, informa The Province, la alemana quiso más: él cumplió.
Ella pidió más.
El volvió a cumplir.
Y más.
Y más.
Y siguió pidiendo hasta que el alemán no pudo (o quizo) más.
Tuvo que escaparse a un balcón de donde llamó a la policía para que le rescatara.
Cuando llegaron las autoridades a rescatar a pobre individuo, agrega The Province, ella trató infructuosamente de seducir a los uniformados.
No cabe duda que la dama estaba ardiente.
Ahora enfrenta posibles cargos de asalto sexual y de detención ilegal, dice.
Gracias: Gawker