El miércoles en Union Square, New York, y el día siguiente en Sanford, Florida, miles de estadounidenses se pronunciaron contra el asesinato racista de un adolescente afroamericano Trayvon Martin, muerto de un balazo en febrero por el autodenominado “capitán” de una defensa civil del barrio.
El vigilante George Zimmerman sigue libre.
En Sanford, donde tuvo lugar el asesinato más 8.000 personas (los organizadores dijeron 30,000) participaron el 22 de marzo en una manifestación en Sanford, Florida, informan Jeff Weiner, Jon Busdeker y Martin Comas en The Sun Sentinel.
En ambos casos, los manifestantes llevaban sudaderas con su capucha puesta, en simbólica representación de lo que vestía Trayvon Martin cuando Zimmerman decidió que era “sospechoso”.
(La misma sudadera con la capucha puesta, llamada “hoodie” en inglés, se ha convertido en el símbolo de solidaridad con Trayvon y rechazo a la violencia racista).
El joven afroamericano no estaba armado y regresaba a casa de la novia de su padre para ver la segunda mitad de un partido de basquetbol.
Convocó los eventos el reverendo Al Sharpton, fundador del National Action Network, quien no obstante haber perdido a su madre ese mismo día, llegó a la manifestación en Florida.
Habló en el apasionado estilo de oratoria afroamericana, con su pronunciada cadencia, que recuerda los días del movimiento pro derechos civiles,.
“Hace 26 días este muchacho Trayvon Martin salió a la tienda a comprar algo para su hermano”, dijo. “Regresó sin vida. Trayvon representa el desprecio que existe hacia nuestras vidas. ¡Basta ya y basta ya! Trayvon Martin es cada uno de nuestros hijos. Es usted y soy yo”.
George Zimmerman debió haber sido detenido, dijo, porque no hay que “defenderse contra una bolsa de dulces y una lata de té helado” que llevaba en muchacho en el momento de su asesinato.
La madre del joven muerto habló en ambas manifestaciones: “Trayvon es ahora el hijo de todo el mundo”.
También participó en ambos eventos el padre del joven.
El lunes tendrá lugar una reunión con la Comisión de la Ciudad de Sanford, a la que se espera la asistencia de los dirigentes pro derechos civiles Ray Lewis, Patrick Ewing y Jesse Jackson.
También, se anunció ayer que el jefe de policía de Sanford se había retirado temporalmente del caso y el gobernador del estado de la Florida había nombrado otro fiscal para este caso.
Foto cortesía David Shankbone via flickr
