La intensidad de las manifestaciones contra el régimen de Bashar al-Assad en Siria aumenta a diario y, aunque todavía no haya alcanzado las dimensiones para derrocar al gobierno, el levantamiento popular sigue extendiéndose por esa nación árabe, escribe Nicholas Blanford en el Christian Science Monitor.

Las protestas incluso han llegado al vecino país, Líbano.

El viernes decenas de miles de hombres y mujeres salieron a las calles gritando “Libertad” a través del país. En el sur, en Deraa, las manifestaciones que ocurrían semanalmente hace un mes ahora tienen lugar diariamente, dice.

Dice que Assad ha realizado ciertas concesiones, como formar un nuevo gabinete y pedir la liberación de todos los manifestantes detenidos, con excepción de aquellos con antecedentes judiciales. Pero ello todavía no ha logrado calmar los ánimos.

Las fuerzas de seguridad sirias han usado violencia y brutalidad, dice, con más de 200 muertos en los enfrentamientos. Según Joe Stork, vice director de Human Rights Watch para el Medio Oriente. “No puede haber verdaderas reformas en Siria mientras que las fuerzas de seguridad abusen con impunidad a la gente”.

Agrega que, no obstante la represión, los manifestantes están optimistas y creen que su revolución está solo comenzando.

Artículo en inglés

Gráfica cortesía de freestyle via flickr

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