El hermano chiquito“La verdadera sorpresa para mí sobre el espionaje por Departamento de Justicia del registro de llamadas de la Associated Press es que haya sido una sorpresa, dado el visible y extenso aparato de seguridad y de inteligencia erigidos por el gobierno de EUA en la última década”, escribe María Bustillos en The New Yorker.

En la extensa nota examina el auge en la vigilancia privada e individual y el efecto cumulativo de la tecnología que lo permite.

“Los mismos avances tecnológicos que han permitido la aparición del Gran Hermano han creado otra arruga en la historia. Podríamos llamarlo el surgimiento del Hermano Chiquito, el ciudadano común y corriente que por casualidad se encuentra en condiciones de registrar los acontecimientos de gran importancia pública, y compartir los resultados con el resto de nosotros”.

A medida que la amenaza por el Gran Hermano de nuestra privacidad se hace cada vez más grande, dice, el alcance del Hermano Chiquito va ampliándose, dice. ” […] Con una conciencia que define que los espacios públicos están abiertos para todos, y la conciencia correspondiente sobre lo que realmente constituye, o debería constituir, nuestros espacios y comunicaciones privadas. Cuando estamos en la calle, en cierto sentido, todos pertenecemos a todos”.

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