El verdadero escándalo en el caso del ex director de la CIA y condecorado general David Petraeus no fue su romance extramarital sino su conducta militar, escribe Arianna Huffington en su nota semanal en The Huffington Post

Es encandaloso, dice, que en Afganistán todos los días esté muriendo por lo menos un soldado de EUA y sus aliados mientras se prolonga aún más la guerra más larga de la historia de esta nación y que durante años el entonces general Petraeus dirigió.

Según la fundadora del grupo mediático Huffington, Petraeus ha merecido el escrutinio mediático desde mucho tiempo antes de que Paula Broadwell y Jill Kelley entraran en escena.

Gran parte de ello ha sido una falla de los medios, dice.

“Si nuestra fracasada estrategia militar en Afganistán hubiera recibido la mitad del tiempo que se le ha dedicado a la fracasada estrategia marital de Petraeus, habría mucho menos familias llorando la pérdida de un soldado verdaderamente caído”.

La perversión en las prioridades nacionales de EUA, dice, la captura el titular de The Onion, periódico de sátira polítca: “Nación horrorizada al aprender sobre la guerra en Afganistán mientras leía sobre el escándalo de sexo de Petraeus”.

Artículo en inglés