Sobrevive la guillotinaEsta mañana, en Wisconsin, Scott Walker podrá regresar a su trabajo como gobernador del estado luego de haber defendido exitosamente su puesto en una elección por su destitución forzada por el partido demócrata con el apoyo de amplios sectores del movimiento sindical.

Según la última información, Walker obtuvo el 53.2 por ciento, mientras que su contrincante, el candidato demócrata y alcalde de Madison Tom Barrett, recibió el 46.3 por ciento de los sufragios.

Fue una elección marcada por el tono agrio y agresivo en un estado hasta ahora conocido por la cordialidad.

La victoria de Walker se considera, ante todo, una derrota para el movimiento sindical de estadounidense, escriben Monica Davey y Jeff Zeleny en el New York Times. 

Para el ala derecha del partido Republicano, agrupada en el llamado Tea Party, fue una victoria sólida, que seguramente tendrá resultados muy positivos para la imagen del gobernador.

Fue, igualmente, una derrota contundente para el sindicalismo, que había organizado centenas de miles de llamadas telefónicas y movilizado a sus bases para llevar a la gente a las urnas.

Dice el New York Times que el resultado de la elección probablemente animará a políticos en otros estados para intentar resolver sus problemas presupuestarios a costa de los sindicatos, algo que vacilaban en ejecutar al ver la campaña por la destitución de Scott Walker.

Walker gozaba de una ventaja económica de US$45.6 millones contra US$17.9 millones, dice el Times. (El presupuesto de una campaña se traduce en expansión mediática e infraestructura, sin las cuales una campaña no tiene proyección ni poder de convocatoria).

Así como a nivel nacional el sindicalismo se había movilizado, grupos conservadores habían abierto generosamente sus arcas, siendo ellos responsables por las donaciones millones de dólares enviados desde otros estados, lo cual es permitido bajo la ley de Wisconsin.

En un estado en donde el enfrentamiento comenzó por recortes presupuestarios, la campaña de destitución costó US$18 millones a los contribuyentes, lo cual muchos votantes independientes consideraron un desperdicio de recursos

Agrega el Times que por lo menos cuatro otros políticos republicanos, incluyendo el Vicegobernador, que también enfrentaban elecciones extraordinarias, han mantenido sus cargos.

Queda por verse si el presidente de la legislatura estatal sobrevive o lo sustituye un demócrata.

Aunque la elección haya sido una derrota para el partido demócrata, no confirma — al menos por ahora — el temor de la campaña por la reelección de Barack Obama de que abriera definitivamente el estado a la candidatura de Mitt Romney en la elección de Noviembre.

Dice el Times que sondeos de boca de urna indican que el 18 por ciento de los que votaron por Walker dijeron estar a favor de Obama y que el presidente estaba mejor equipado para mejorar la economía del país y ayudar a la clase media.

Obama, quizás para no antagonizar a los votantes independientes, había expresado un apoyo tímido a Scott Walker.

No visitó el estado durante el período de la elección.

Wisconsin ha votado demócrata en las presidenciales desde los días de Ronald Reagan.

Dice el Times que solo tres gobernadores han enfrentado elecciones extraordinarias, luego de que los electores obtuvieran las centenas de miles de firmes necesarias: En California, Gray Davis (demócrata) perdió su puesto en el 2003; en Dakota del Norte, Lynn Frazier (independiente) fue retirado en 1921; en Wisconsin, Scott Walker (republicano Tea Party) terminará su mandato en el 2014.

Artículo en inglés

Foto: Wikipedia