Encerrona bluesUn desfile de minutos, que se convierten en horas, éstas en días, que a su vez ceden el paso a las semanas y ya vamos por un mes de encierro.

Pero ayer salí. Me monté en el auto y fui a dar un vueltón en este espléndido 2 de mayo del 2020, otro día más de esta cuarentena desesperante,

Crucé de Pennsylvania a New York, en Port Jervis. Tomé la Ruta 97 al Norte, por el margen este del río Delaware, antiguo territorio los indígenas Lenape, guerreros y cazadores, que antes de la llegada de los europeos se enfrentaron a la poderosa confederación de los Iroquois.

Conocida como Hawk’s Nest Road, por la cantidad de gavilanes que dominan los cielos, es una vía digna de recorrerse, serpentuosa llena de curvas y precipicios (nada comparable a Los Andes) y vistas sensacionales.

Es un set natural para filmar anuncios de automóviles — a escasa hora y media de Manhattan.

Con los primeros brotes de la primavera, el área por lo general se llena de motocicletas y sus derivados (triciclos y los llamados “slingshots”), que se desplazan en grupos, sean clubes o individuos que quieren montar en grupo. Además es una oportunidad para los amantes del automovilismo sacar sus máquinas de colección, Mustang años 60, Cámaros, Chevies. Buicks.

Bello.

Solo que este día había muy pocos — no obstante el sol, el agradable calor, la belleza de la naturaleza que despierta de la larga noche invernal.

La gente sigue guardada.

Aprovechando esta primera salida decidí parar en un comercio local para comprar cosas que hacen falta.

Estaba repleto de gente.

Encerrona bluesPasé un buen rato en la cola a dos metros de distancia de la persona de adelante, y la de atrás, que igual que yo tenía su tapabocas puesto, Pude hacer mi pedido a los vendedores cada uno con sus tapabocas, para seguir al próximo estante y hacer mi otro pedido, a otra persona con tapabocas puesto.

Era como el viacruces — parando en las diversas estaciones cada uno con un enorme dispensador de gel para limpiarme las manos, lo caul hice. Al recibir las bolsas. Al recoger la canasta. Al entregar mi tarjeta. Al montarme en el auto.

Amables todos. Nadie empujó. Nadie intentó colarse. Todos observamos las instrucciones.

Como unos borregos, dicen algunos. Como ciudadanos respetuosos, dicen otros.

A través de EUA, la gente está comenzando a salir y eso puede ser un gran problema.

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Protestas armadas EUADesde la presidencia, se sugiere que se reactive cuanto antes la economía. Trump y sus asesores se han dado cuenta de que la economía puede llegar a ser lo único que lo reelija.

Y la economía está sumamente mal. Se ha contraído.

Sus asesores, entre ellos su yerno Jared Kushner (porque esta presidencia es un negocio familiar) aseguran que la economía rebotará. Como una pelota de voligoma.

Lamentablemente, no va a pasar.

Se prevé que el año entrante el país puede seguir en recesión: ¡Amigos y amigas 30 millones de parados no van a recuperar sus puestos de un mes para el otro! Es como un incendio — una casa puede quemarse en un par de horas; reconstruirla tarda meses.

Entonces, los partidarios de Trump han comenzado a organizar manifestaciones, en algunos sitios como Michigan con gente portando armas casi de dotación militar, exigiendo “libertad”. En algunos sitios son un puñado de personas. En otros decenas. Cientos.

Hasta el momento no ha pasado nada y desde aquí expresamos la esperanza de que no lleve a más.

Aunque no dejamos de preguntarnos, ¿cómo reaccionarían las autoridades si fueran negros y latinos armados quienes protestan?

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Con más muertos en EUA que en las guerras de Vietnam e Irak a causa del CoronaVirus, es claro que todavía no hemos superado la crisis.

La cruda realidad de la muerte la describe Claudio Iván Remedirá en un hilo por Twitter. “Acabo de salir por primera vez desde que comenzó el encierro para ir a Key-Food en Broadway y la 145. Me enteré que Manuel, el señor de las entregas y que trabajó allí por casi 20 años, ha muerto hace 3 semanas a causa del #COVID19”.

Padre, hijo, vecino, amigo, parte de una comunidad, Manuel no pudo salir este espléndido 2 de mayo a disfrutar el sol — a cambiar de panorama. Porque Manuel había dejado de ser.

Paciencia. Preciamos permitir que pasen más minutos, para convertirse en más horas, y éstas en más días, que a su vez cedan el paso a otras semanas y de ser necesario otros meses de encierro.

CFT, 
Director El Molino Online
Pennsylvania EUA
3/5/2020