Completamente funcional y definitivamente sexi.

Así podría describirse la ropa interior que ha aparecido en un castillo austriaco hace más de 600 años.

Informa Kate Schwartz en Newser que, entre unos 2,700 fragmentos de texitles encontrados en el castillo de Lemberg, se encuentran en asombrosamente buen estado un par de brasieres y unos pantis.

De que son auténticos no cabe duda: la prueba del carbono-14 no miente.

Fueron confeccionados en lino y adornados con detalles de encaje.

La pregunta que surge es de quién fueron. El brasier probablemente perteneció a una damisela que en un momento de pasión y arrebato se deshizo de ellos.

Pero los pantis, según Newser, fuero de un caballero ya que en aquellos días antiguos, debajo de sus faldas, las damas iban con el culo al aire.

Artículo en inglés