La opinión pública mundial ha quedado atónita con la noticia de que la ex candidata presidencial y ex secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Ingrid Betancourt, presentó demanda contra el Ministerio de Defensa exigiendo el pago de 6.5 millones de dólares como indemnización, por los daños que le causaron a ella y su familia.
Betancourt fue plagiada por las FARC en febrero de 2002, en medio de su campaña presidencial. Apoyada por una intensa campaña internacional de solidaridad, durante los años que sufrió su calvario, su nombre simbolizó la suerte de centenas de colombianos secuestrados por la guerrilla, obligados a vivir en condiciones infrahumanas en las selvas de esa nación.
Ingrid Betancourt fue rescatada en el 2008 en la llamada “Operación Jaque”, donde comandos especializados del ejército colombiano engañaron a los rebeldes y liberaron a los rehenes sin disparar un tiro, capturando su carcelero. Desde que fue libertada, mantuvo un perfil bajo, mientras antiguos compañeros de infortunio pintaron cuadros poco halagadores de su comportamiento como rehen.
En Colombia y a través del mundo, su demanda ha causado amplio repudio, cruzando las diferencias políticas, ya que en la opinión de muchos, ella sabía en lo que se estaba metiendo, al internarse en territorio controlado por los insurgentes.
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Foto cortesía de moxieg via flickr
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