Mientras que el sindicato de empleados públicos en Madison, Wisconsin, ha movilizado decenas de miles de personas en contra de los intentos del gobernador de quitarles el derecho a la negociación colectiva, partidarios del gobernador han tenido sus propias manifestaciones aunque menos numerosas.
Este, o una variación del mismo, ha sido el tema de los titulares desde que estalló la crisis la semana pasada. Poco se ha dicho, sin embargo, del papel que han jugado dos hermanos multimillonarios (billonarios) que por años vienen financiando discretamente las actividades de grupos de activistas de base de la derecha estadounidense a través de fundaciones y movimientos identificados como “conservadores”. Se trata de los hermanos Koch, Charles G. David H., dueños de Koch industries basada en Wichita Kansas.
Eric Lipton publicó en el New York Times un extenso artículo detallando los vínculos de los hermanos Koch con los movimientos llamados conservadores en Wisconsin y el resto del país..
El activismo político a favor de las causas conservadoras es una de las prioridades de Charles Koch, señala, quien en septiembre del año pasado escribió una carta convocando a una reunión de luminarios de la derecha. “Si no lo hacemos nosotros, entonces ¿quién? Nos corresponde combatir lo que ahora constituye el mayor ataque a la libertad y la prosperidad Americanas en nuestras vidas”.
Sus contribuciones han sido generosas a políticos a través del país, dice. En Wisconsin, “Koch industries fue uno de los mayores contribuyentes a la campaña electoral del gobernador Scott Walker de Wisconsin, republicano que ha promovido los recortes propuestales”.
Pero, dice el Times, su principal organización es Americans for Prosperity. Así como los sindicatos se organizan para luchar por sus prioridades, los conservadores tienen derecho a tener su propia voz, indicó al Times el presidente de la organización, que desde hace rato “venía impulsando muy reservadamente un enfrentamiento con el sindicato”.
A nivel nacional esta organización tiene representación en 32 estados, un presupuesto de US$40 millones y una lista de correo electrónico de 1.6 millones de partidarios.
El resultado del conflicto actual en Madison, Wisconsin, tendrá repercusiones a nivel de EUA.
