El riesgo que corrieron fue 3 años de cárcel; la recompensa una sensación inolvidables y unas imágenes como pocas que se han visto — desde el tope de la Gran Pirámide de Guiza. Tuvieron que esconderse durante 4 horas antes de comenzar el ascenso. “Quedé sin palabras. Me recorrió un escalofrío delicioso: la alegría total”, eso dijo uno de estos rusos locos.
Gracias Max Read, Gawker, via Mister-Marat, Raskalov via EnglishRussia,