Ejecutado en Texas por un crimen que no cometió, ElMolinoonline.comEl estado de Texas ejecutó en 1989 a un hombre inocente, afirma James Liebman profesor de leyes de Columbia University que encabezó un equipo de estudiantes en la producción de un inquietante informe sobre un juicio marcado por descuidos policíacos, fallas de la fiscalía y graves errores de la defensa asignada al acusado, Carlos de Luna, un joven con una educación de octavo grado.

Informa Michael McLaughlin en Huffington Post que De Luna fue acusado, juzgado, sentenciado y ejecutado por el asesinato a puñaladas de una empleada de estación de gasolina en Corpus Christi seis años antes.

Fue un crimen horrible que ocupó la atención de los residentes.

Pero muy probablemente el culpable era otro, dice.

Dice HuffPost que la policía y la fiscalía trataron el asesinato de Wanda López el 4 de febrero de 1983 como un robo.

Una grabación en la línea de emergencia 911 se escucha la madre soltera gritando pidiendo a su asesino compasión.

Dice que De Luna, de 20 años, apareció escondido debajo de un camión a unas cuadras de la escena del crimen.

Tenía en su bosillo US$149, dice.

Los cargos contra De Luna se basaron en testigos presenciales, dice. Y estuvieron plagados de contradicciones.

  • Testigos se contradicen hasta el punto que más de un atacante pudo haber participado en el ataque.
  • Por una huella ensangrentada y la cantidad de sangre en las paredes, la ropa del asesino tendría que estar manchada, lo cual no fue el caso.
  • Las autoridades ignoraron acusaciones de que un individuo llamado Carlos Hernández, tocayo De Luna, quien tenía cierto parecido con él y, además tenía una reputación por usar arma blanca, fue el asesino. No siguieron esa pista.

Uno de los principales argumentos contra la pena capital es el número de inocentes que pueden ser ejecutados.

El trágico caso de Carlos De Luna puede ser otro caso más de un error que no se puede rectificar.

Artículo en inglés

Foto Departamento Policía Corpus Christi via Huff Post