Camión morgue en Texas

Por más que Donald Trump y sus acólitos en el Congreso de EUA, las gobernaciones de algunos estados, y el canal noticioso Fox News, se esfuercen por pintar un cuadro optimista en que ya se ha pasado lo peor de la pandemia, sigue disparado hacia arriba el costo de un cataclismo sin precedente. 

Informa Lisa Shumaker de Reuters:

“Estados Unidos rompió su récord diario de infecciones por coronavirus el jueves, reportando más de 77,000 nuevos casos a medida que la cantidad de muertes en un período de 24 horas aumentó en casi 1,000, según un conteo de Reuters.

“La pérdida de 969 vidas fue el mayor aumento desde el 10 de junio, con Florida, Carolina del Sur y Texas reportando sus mayores picos de un día el jueves.

“Más de 138,000 estadounidenses han muerto a causa de COVID-19, una cifra que los expertos advierten que probablemente aumentará luego de los recientes picos récord en el número de casos y un aumento alarmante de hospitalizaciones en muchos estados.

“Las áreas más afectadas en Texas y Arizona se están quedando sin lugares para almacenar cuerpos a medida que sus morgues se llenan y traen refrigeradores y remolques refrigerados”.

Las muertes en Estados Unidos alcanzaron su punto máximo en abril, cuando el país perdió un promedio de 2,000 personas por día. Las muertes han disminuido constantemente, con un promedio de 1.300 por día en mayo y menos de 800 por día en junio antes de aumentar nuevamente en julio, según un conteo de Reuters.

La razón principal por este nuevo ataque del virus es que muchos estados, entre ellos Texas, Arizona y Florida salieron de la cuarentena antes de tiempo. La gente se reunió, sin tener en cuenta distancia social y hubo nuevos contagios.

La pandemia ha significado un frenón en seco en la economía más grande del mundo. Y el futuro no pinta demasiado bueno. En su análisis mensual, Mckinsey señala que empresarios enfrentan el monumental y urgente desafío de “re-imaginar la fuerza laboral”. O cómo “traer nuevamente a la gente a sus centros de trabajo y ver cómo realizan sus labores”.

En cuanto al impacto, el cuadro siguiente pronostica que durará por lo menos 5 años.

McKinsey.com

Se calcula que la economía de EUA necesita crear unos 30 millones de empleos para recuperarse.

Impacto en campaña 2020

A 108 días de la elección presidencial, es claro que Donald Trump es tanto víctima como causante de la pandemia. 

Víctima porque las últimas encuestas dan al candidato Joe Biden una ventaja notable tanto a nivel nacional, donde las últimas encuestas lo ponen 15 puntos por delante de Trump; y en las de los estados claves (recordarán los lectores que las elecciones en EUA son por estado, cada estado tiene un número de votos del  en base a la población, y gana el candidato que logre 270). 

Según una nota en Newsweek, Biden lleva una ventaja de 6 o más puntos en los estados claves de Michigan, Wisconsin, Pensylvannia y Florida, los cuales votaron por el ex presidente Barack Obama en 2008 y 2012 y luego optaron por Trump en 2016, sorprendiéndole a él al mundo.

Esto ha causando enorme malestar en la campaña de Trump, que así como se va quedando atrás la pandemia les ha impedido organizar los enormes mítines, llenos de partidarios enardecidos, donde el presidente y candidato hablaba largo y tendido, insultando a enemigos reales e imaginarios, ante una audiencia de gente de bajos niveles de educación. Embriagados.

La crisis se vio con la democión de Brad Parscale, director general de la campaña esta semana. Las voces corrían que iba a caer y cayó.

Para Trump, su principal problema es que no tiene nada positivo que prometer a su base. Está usando nuevamente terminología y símbolos racistas, como las estatuas de los generales de la guerra civil, pero las mayorías han visto que los negros, latinos y otras minorías sí han sufrido desproporcionadamente.

A manos de la policía.

En cuanto a oportunidades económicas.

Y en el acceso a la salud, algo que se evidencia en el saldo que han pagado negros y latinos en cuanto a contagios y muertes.

CDC: “Las desigualdades sociales y de salud sistémicas de larga data han puesto a algunos miembros de grupos minoritarios raciales y étnicos en mayor riesgo de contraer COVID-19 o experimentar enfermedades graves, independientemente de su edad. Entre algunos grupos minoritarios raciales y étnicos, incluidas las personas negras no hispanas, hispanos y latinos, y los indios americanos / nativos de Alaska, la evidencia apunta a tasas más altas de hospitalización o muerte por COVID-19 que entre las personas blancas no hispanas. A partir del 12 de junio de 2020, las tasas de hospitalización ajustadas por edad son más altas entre los indios no hispanoamericanos o los nativos de Alaska y los negros no hispanos, seguidos por las personas hispanas o latinas.

También causa alarma la salud mental y física de Trump, que en muchos casos parece cansado, desorientado, incoherente, distraído.

Es culpa de Trump y aquí están las pruebas

Incapaces de aceptar responsabilidad, Trump y su equipo son, en última instancia, culpables por lo que ha causado y sigue causando el virus. Ello se ha documentado extensamente, así se nieguen a reconocer que esa información existe.

Recordamos que en 2017, al entregar el mando al equipo Trump, la administración Obama preparó un Manual de 69 páginas que básicamente advertía que el próximo ataque a EUA sería a través de una pandemia.

POLITICO lo reseñó en marzo 25, 2020. “[…] Otras recomendaciones incluyen que el gobierno actúe rápidamente para detectar completamente brotes potenciales, asegurar fondos suplementarios y considerar invocar la Ley de Producción de Defensa, todos los pasos en los que la administración Trump se retrasó con respecto a la línea de tiempo establecida en el libro de jugadas.

“‘Cada sección de este manual contiene las preguntas específicas que deberían formularse y decisiones que deberían tomarse en múltiples niveles’ dentro del aparato de seguridad nacional, insta el libro de jugadas, aconsejando repetidamente a los funcionarios que cuestionen los números sobre la propagación viral, aseguren la capacidad de diagnóstico adecuada y verifiquen sobre la reserva de recursos de emergencia de los Estados Unidos”.

¿Más pruebas? El New York Times informó el 6 de abril que en enero 29, mientras la administración Trump minimizaba los riesgos de la pandemia, Peter Navarro, uno de los principales asesores de Trump, advertía que la administración no estaba haciendo lo necesario para contener una crisis que podría costar millones de millones de dólares, y poner en peligro la salud y la vida de millones de estadounidenses.

NPR provee detalles adicionales, en una nota publicada el 2 de mayo. Señala que en enero 23, primero, y luego en enero 28 Trump recibió informes de inteligencia sobre los peligros del virus.  

“Al presidente se le informó que el coronavirus se iba a ‘diseminar globalmente'”, dijo el funcionario sobre la primera sesión informativa, que tuvo lugar dos días después de que se reportara el primer caso del virus en EUA. “Pero la ‘buena noticia’ fue que no fue mortal para la mayoría de la gente”, dijo el funcionario al presidente.

“Cinco días después de esa sesión informativa inicial, el presidente fue informado nuevamente, según el funcionario. Esta vez, le dijeron que el virus “se estaba propagando fuera de China, pero que las muertes por la enfermedad solo ocurrían en China”, dijo el funcionario. “También le dijeron que China estaba reteniendo datos”.

Cuando comenzaron actuar, ganó la ineptitud

El 13 de marzo, finalmente, el presidente ordenó que cesaran los vuelos de Europa a EUA. No solo era demasiado tarde, sino que resultó en cuellos de botella en los principales aeropuertos del país. Durante horas contagiados con o sin síntomas estuvieron hacinados con gente sana: Terreno más fértil para la transmisión es difícil de encontrar.

Era demasiado tarde, informó HuffPost el 16 de julio.

El presidente Donald Trump ordenó restricciones de viaje destinadas a detener la propagación de COVID-19 demasiado tarde para ayudar a la ciudad de Nueva York, concluyó un informe publicado el jueves por los Centros federales para el Control y la Prevención de Enfermedades.

“Fracasaron, y el virus llegó a NY, y murieron estadounidenses a causa del fracaso del gobierno. Punto “, declaró el gobernador de New York Andrew Cuomo (D) en una conferencia de prensa el jueves, donde respondió al informe.” Estos son hechos. No hicieron caso a la ciencia. El gobierno falló en su trabajo y todavía están fallando ”, agregó Cuomo.

Otro elemento ha sido la terquedad del presidente, y sus asesores, de negar la importancia de usar máscaras, las que junto con el distanciamiento social son claves para evitar los contagios.

Las deportaciones de contagiados

Otro error de la administración — y de ninguna manera el único — ha sido el papel que jugó ICE, las autoridades de inmigración, en expandir la pandemia mediante las deportaciones de inmigrantes contagiados. 

El New York Times: “Rastreamos más de 750 vuelos domésticos de ICE desde marzo, llevando a miles de detenidos a diferentes centros, incluidos algunos que dijeron que estaban enfermos. Kanate, un refugiado de Kirguistán, fue trasladado de la Instalación Correccional del Condado de Pike en Pennsylvania a la Instalación de Detención de Prairieland en Texas a pesar de mostrar síntomas de Covid-19. Se confirmó que tenía el virus solo unos días después.

“También rastreamos más de 200 vuelos de deportación que transportan migrantes, algunos de ellos enfermos con coronavirus, a otros países desde marzo hasta junio. Bajo la presión de la administración Trump y con promesas de ayuda humanitaria, algunos países han cooperado plenamente con las deportaciones”.

El ciego que no quiere ver

La administración Trump, sus aliados en el gobierno y Fox News, su órgano de propaganda siguen tercamente hablando como si no pasara nada. En su conferencia de prensa en el Jardín de las Rosas, escasamente se tocó el tema. 

Actualmente se debate si las escuelas primarias y secundarias abren en persona en agosto y septiembre, o si siguen las clases virtuales durante algún tiempo más. 

La administración presiona para que abran. Muchos padres, maestros, y empleados del sistema escolar temen que puede desembocar en un desastre. 

Desde hace rato han pregonado su victoria sobre el virus: Todo bien aseguran. Ya en abril, el yerno presidencial, Jared Kushner decía que todo era un éxito monumental que debía informarse como tal. 

En mayo 2003, George W. Bush, después de una campaña relámpago que había derrocado a Saddam Hussein en Irak, dió un discurso triunfal desde un portaviones cerca de San Diego, bajo la bandera “Misión Cumplida”.,

La guerra duraría varios años más causando cientos de miles de muertos y heridos, millones de desplazados, haciendo tambalear el Oriente Medio, Europa.

Fue una garrafal falla geopolítica — tal vez el peor que ha cometido EUA en su historia. A ello se le conoce como el “Mission Accomplished Moment”, en el discurso político de estadounidense.

Con una proyección de más 200,000 muertos por Coronavirus para cuando tenga lugar la elección, un enorme porcentaje de la fuerza laboral parada, la economía arrastrándose, esta administración tiene sus propios “Mission Accomplished Moments” casi a diario.

El país no le come el cuento.

Por eso, más que nunca, por el bien del país y del mundo, donde vivirán nuestros hijos y nietos, urge poner diferencias de lado y concentrarse en un punto: Contener el virus.

Esperar que los que nos han llevado a valle de la sombra de la muerte no serán quienes nos saque. Es pedir lo imposible. Y la única manera humanamente posible de lograrlo es un cambio total de gobierno.

Este 3 de noviembre 2020, Trump debe ser derrotado.