Un creciente número de jefes de grandes compañías estadounidenses, potenciando sus enormes recursos y poder personal de convicción, han escrito a su fuerza laboral sugiriendo que deben votar a favor de Mitt Romney, informa Steven Greenhouse en el New York Times,

Esta actividad es perfectamente legal, explica, bajo un fallo reciente de la Corte Suprema de Justicia.

David A. Siegel de 77 años, ejecutivo en jefe de Westgate Resorts escribió a sus empleados 7,000 empleados una carta diciendo que si Barack Obama gana la presidencia, un alza en impuestos afectaría el futuro de la compañía.

“La economía actualmente no amenaza su empleo. La amenaza es, sin embargo, otros cuatro años de la administración del mismo presidente. Si me imponen más impuestos a mi o mi compañía, como planea nuestro presidente, no tendré opción otra que reducir el tamaño de la compañía”.

Según dijo Siegel al Times, no está presionando a nadie ya que no ha entrado con el individuo a la cabina de votación.

Por su parte, Dave Robertson, presidente de Koch Industries, envió a más de 30,000 empleados de una filial de Georgia-Pacific un paquete información muy similar.

Hasta el 2010, dice el Times, esa actividad habría sido en contra de la ley.

Pero a partir del fallo de la Corte Suprema conocido como Citizens United esas restricciones no aplican más. Así como no existen límites a las sumas que se pueden invertir en los llamados Super PACs a favor (o en contra) de un candidato, un patrón tiene libertad de “indicar” a sus empleados que voten por uno u otro candidato podrían perder sus puestos.

Artículo en inglés

Ilustración: cortesía de donkeyhotie via flickr