Las invitan a sus oficinas y las reciben desnudos. Las agarran sin su autorización. Lastocan. Las besan. Las persiguen con mensajes vulgares. Y a aquellas mujeres que a través de los años se han atrevido a rechazar a estos avances de los poderosos, se les agrede verbalmente, se les amenaza con destruir sus carreras.
Las que han hablado, fueron acusadas de mentir. De exagerar. De chantajear. De intentar destruir las carreras de sus benefactores.
Todo esto comenzó a cambiar en octubre del 2017, cuando el New York Times publicó una investigación sobre el magnate de Hollywood Harvey Weinstein. Acto seguido, múltiples mujeres hicieron públicas agresiones que ellas mismas habían sufrido. A manos de políticos, periodistas, celebridades del mundo del entretenimiento, entrenadores de deportes y mucho más.
Se movilizaron, apoyándose mutuamente a través de las redes sociales, bajo el hashtag #MeToo.
Para el 29 de noviembre, el país recibió la noticia de que Matt Lauer, presentador estrella de NBC News (con un salario alrededor de US$20 millones anuales) había agredido a varias mujeres. Tocándolas. Mostrándoles el pene. Presionándolas, física y psicológicamente a que cedieran a sus exigencias sexuales.
Días antes antes, John Conyers, el congresista de más antigüedad en la Cámara de Representantes, seguía negando haber pagado con dinero de los contribuyentes el silencio de varias mujeres, que lo acusan de abuso sexual.
El presidente Donald Trump, quien a su vez ha sido acusado por 12 mujeres de acoso sexual, ha atacado verbalmente a algunos de los acusados, pero no a todos. Dice que muchas son invenciones, como las de las mujeres que le acusaron a él.
Esta ola de revelaciones también ha llevado a una reexaminación de previas acusaciones en el mismo sentido, incluyendo al ex presidente Bill Clinton en los años 1990. Clinton sobrevivió en el Congreso un juicio político llamado impeachment, y llegó a un acuerdo en una demanda por acoso sexual durante el tiempo que fue gobernador del estado de Arkanas en los años 80.
La Associated Press produce una lista con los nombres de los más famosos que han caído recientemente. Destacamos algunos de una larga lista, que muy probablemente no está completa.
Prensa: Matt Lauer, presentador de NBC News; Charlie Rose, presentador de CBS News y 60 Minutes; Glenn Thrush, reportero del New York Times; Mark Halperin, reportero de MSNBC; Michael Oreskes, de NPR; Garrison Keillor, de NPR. Bill O’Reilly, estrella de Fox News, y Roger Aisles habían salido hace poco.
Entretenimiento: Harvey Weinstein, productor de Hollywood; Kevin Spacey, actor galardonado, protagonista en House of Cards; Louis C.K., cómico; Steven Segal (acusado de violación); Russell Simons, productor de música. Bill Cosby, actor de cine y TV, enfrenta acusaciones desde hace años. Woody Allen ha sido acusado desde hace años por su propia hija Dylan Farrow de abusarla sexualmente.
Políticos: Presidente Donald Trump, ex presidente Bill Clinton, ex presidente George W. Bush, senador Al Franken, congresista John Conyers, Roy Moore, candidato al senado por Alabama, acusado de acosar jovencitas menores de edad hace años.
Deportes: Alex Gilady, miembro del comité olímpico internacional; Aly Raisman, médico del equipo de gimnasia de EUA, convicto de abuso a comienzos de noviembre.
Recordamos a nuestros lectores que la lista es parcial. Aquí está una lista más completa y actualizada.