Una nueva escultura de Jesús que le representa como una persona sin techo durmiendo en una banca de parque tuvo problemas encontrando un hogar, informa Leslie Scrivner en el Toronto Star.
El artista Timothy Schmalz talló a Jesús abrigándose con una manta con el fin de que personas “marginadas” pudieran relacionarse con él.
Según el diario, dos iglesias católicas rechazaron el trabajo. “Fue lamentable porque a los rectores le gustó, pero cuando llegó a la administración, la gente la encontró controversial o vaga”, dice Schmalz.
La escultura finalmente encontró un hogar en el centro de la ciudad frente a una escuela teológica jesuita.
The Star cita a un teólogo que elogia el trabajo por quebrar la “ilusión de normalidad”, pero no menciona ningún habitante local que se oponga a la escultura.
La idea de presentar a Jesucristo como una persona sin techo, agrega The Star, incomoda a muchos. Por ejemplo, dice, existe en Missouri una misión llamada “Jesús no tuvo techo” (Jesus Was Homeless) cuyo nombre ha sido criticado.
“Los que tienen problema con el nombre suelen ser las personas más intransigentes en su religión”, dice un administrador, “especialmente aquellas que siguen la enseñanza de la doctrina de la prosperidad según la cual los pobres o las personas sin techo no tienen suficiente fe”.
Foto: Carlos Osorio/Toronto Star
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