Sin la ayuda del ala progresista del partido demócrata, es muy probable que Joe Biden no fuera el presidente de EUA. Ahora, los mismos progresistas que se comprometieron a apoyarlo y trabajar con él, han denunciado una serie de medidas de la administración que les tiene algo inquietos.
Las más importantes son el ataque militar a Siria que dejó 22 muertos. La detención de menores en la frontera en una de las mismas facilidades que usaba la administración Trump. Tropezones en la implementación del salario mínimo de $15 la hora, y las declaraciones de Biden que se opone a eliminar US$50,000 en deuda estudiantil por estudiante.
La administración dijo que las siete bombas de 500 libras lanzadas sobre instalaciones que dos milicias en Siria usaban para contrabandear armas fueron diseñadas como un mensaje: quien taca a las tropas estadounidenses en la región corre el riesgo de represalias, informa Vox.
Algunos recordaron la política estadounidense de guerras sin fin. Otros cuestionaron la falta de autoridad del Congreso para llevar a cabo el ataque. La congresista Ida Omar pidió a la administración que se explique.
Sobre la detención de menores en la frontera, Alexandra Ocasio-Cortes, representante por Queens, se pronunció en contra de la reapertura de un centro de detención para niños migrantes.
Escribe: “Esta semana, la primera instalación para migrantes para niños se abrió bajo la administración de Biden. Esto no está bien, nunca ha estado bien, nunca estará bien, sin importar la administración o el partido.
“Nuestro sistema de inmigración se basa en un marco de prisiones, y es hora de que todo el sistema sea reinventado. Mucha gente pregunta: “Bueno, ¿qué más podemos hacer?”
“La respuesta es: hay mucho que podemos hacer.
“Es por eso que Alexandria se unió a sus colegas, incluidos la representante Pramila Jayapal y FIRM Action, la red de derechos de los inmigrantes más grande del país, para presentar la Hoja de ruta hacia la resolución de la libertad”.
La congresista Ocasio-Cortez pide una vía hacia la ciudadanía para 11 millones de personas sin documentos, alternativas humanitarias a la detención de familias, programas comunitarios, y un fin a la militarización del sistema.
Ahora, sobre el salario mínimo. Los demócratas tenían la esperanza de incluir la ley que aumentaría a US$15 el salario mínimo, incluyéndolo en el presupuesto de ayuda a los damnificados de Covid-19. Pero un funcionario NO ELECTO del senado dijo que no se podía incluir, decisión que Sanders ha denunciado fuertemente.
Sanders, quien lleva años luchando por aumentar el salario mínimo a un nivel que permita sobrevivir, dice que US$15 la hora beneficiaría a 32 millones de personas trabajadoras, dándoles US$3,300 adicionales al año.
Sanders dijo que las compañías que no paguen al menos US$15 la hora a sus empleados no debería recibir subsidios federales.
Sobre la deuda estudiantil. De NPR: “Aproximadamente 43 millones de prestatarios federales deben colectivamente alrededor de US$1.6 billones. […] esta semana, durante un cabildo promovido por CNN, [le han preguntado a Biden] específicamente si estaría a favor de perdonar hasta US$50,000 de deuda por prestatario.
“PRESIDENTE JOE BIDEN: Primero, deberíamos estar eliminando intereses sobre las deudas que se están acumulando. Segundo estoy dispuesto a cancelar la deuda de US$ 10,000 pero no US$50”.
No cayeron muy bien las palabras del presidente y una amplia coalición de progresistas, incluyendo políticos del establishment demócrata reiteraron su apoyo a perdonar US$50,000.
Finalmente, está el caso del atroz crimen cometido bajo órdenes del príncipe heredero de Arabia Saudita contra Jamal Khashoggi, un periodista residente de EUA. Nueva información implica directamente a Mohammed bin Salman, prí
Informa David E. Sanger en The New York Times:
“El presidente Biden ha decidido que el costo diplomático de penalizar directamente al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, es demasiado alto, según altos funcionarios de la administración, a pesar de un hallazgo detallado de la inteligencia estadounidense de que aprobó directamente el asesinato de Jamal Khashoggi, el disidente y Washington. Columnista de correos que fue drogado y desmembrado en octubre de 2018.
“La decisión de Biden, quien durante la campaña de 2020 llamó a Arabia Saudita un estado “paria” sin “valor social redentor”, se produjo después de semanas de debate en el que su equipo de seguridad nacional recién formado le advirtió que no había forma de prohibir que el heredero de la corona saudí ingrese a Estados Unidos, o sopesar cargos criminales en su contra, sin romper la relación con uno de los aliados árabes clave de Estados Unidos”.
El Times dice que ello significa que Biden ha cedido a sus “instintos” de “actuar con cautela”.
Esta “cautela” podría quitarle a Biden el apoyo de muchos progresistas, quienes son la fuerza más dinámica y coherente del partido demócrata en estos instantes.
