No obstante más de 7,300 solicitudes de indulto, el estado de Virginia ejecutó el 24 de septiembre a Teresa Lewis, de 41 años, sentenciada del brutal asesinato de su marido e hijastro para obtener una póliza de seguro por US$250,000 en octubre del 2002, indica Steve Stotak de la Associated Press en Salon.

Fue Teresa Lewis la primera mujer en ser ejecutada en el estado de Virginia en más de un siglo y solo la 11ava desde que fue reinstituida la pena de muerte en 1976. El estado de Virginia ocupa el segundo lugar en términos de ejecuciones en EUA.

Sus defensores decían que ella carecían de las aptitudes mentales para comprender las dimensiones de su crimen y que había sido manipulada por los mismos asesinos. (Ambos fueron sentenciados a prisión perpetua; uno de ellos se suicidó en el 2006). Igualmente, aseguraban que su fe religiosa y su ayuda espiritual a otros reos eran suficiente causa para el indulto.

Testimonio durante el juicio, y en sus propias palabras, la vida de Teresa Lewis fue una pugna entre dos fuerzas. Por un lado, era una persona sumamente religiosa. Por el otro lado, como señalara su padre, vivía una vida de adicción a las drogas, mezcada con el sexo y la violencia. En la planificación del crimen, entregó a su hija de 16 años para que tuviera relaciones con uno de los asesinos.

Teresa Lewis pasó los últimos días de su vida cantando himnos religiosos y rezando. Según Steve Stotak, “Lewis murió de una inyección a las 9:13 p.m, luego de disculparse ante la única hija sobreviviente del padre que había matado”.

Foto cortesía de saveteresalewis.org

Artículo en inglés