El video de un policía blanco tirando al suelo a una adolescente afroamericano revolvió por enésima vez en meses recientes las tripas de la gente decente en el mundo.
Mostró, nuevamente y por si quedaba alguna duda, la realidad que a diario enfrentan las personas de color en EUA: Racismo empotrado tercamente en la fibra de la sociedad.
Escribe Rose Hackman en The Guardian que,
Para algunas familias negra de la clase media en EUA, el vídeo sobre McKinney, Texas, que surgió durante el fin de semana fue la confirmación de algo que han tenido en cuenta por muchos años: Que independientemente de los ingresos y la dirección postal, siendo negros que se mueven en espacios que los blancos consideran suyos,corren el riesgo constante de ser vistos como intrusos peligrosos, y que esa percepción puede ponerlos en peligro.
Dice la nota en The Guardian que un padre de familia negro al ver el video despertó a sus hijos adolescentes, se los mostró y les explicó nuevamente la triste realidad. “Cuando estés cerca a los blancos en público,mantén baja la cabeza. Si te ven, que no te escuchen, así podrás regresar a casa sano y salvo”.
Eric Casebolt, el agente de la policía — un veterano de 10 años de servicio y con previos incidentes de racismo — fue obligado a renunciar, pero únicamente porque el incidente se grabó y distribuyó viralmente.
Hasta la próxima.
