Un salario mínimo que permita vivir con dignidad. El primer lunes de septiembre, EUA celebra el Día del Trabajo, con un día feriado, manifestaciones y otros eventos en los que en teoría se da una muestra de apreciación por la labor diaria de los trabajadores que mantienen funcionando la nación.
La práctica, sin embargo, es algo diferente. Poco se habla del trabajador; mucho se vende mucho con ofertas y rebajas.
Y como el verano se acaba hay un último día de playa, picnics, parques de diversiones. Y no falta el barbecue.
Este Día del Trabajo millones de estadounidenses siguen sin empleo. Otros millones están empleados pero no ganan lo suficiente para vivir.
Los trabajadores de EUA sufren ataques a su derecho a organizarse en sindicatos independientes, constantes ataques a las limitadas opciones de seguro de salud, y la constante inseguridad de no saber cuanto tiempo les va a durar su empleo. Por no decir elevadísimos costos educativos, préstamos bancarios a tasas de interés imposibles de pagar.
Los más afortunados que han vuelto a la fuerza laboral enfrentan una nueva realidad de salarios más bajos, condiciones sustancialmente inferiores a las que existían en la época previa a la recesión que golpeó desde 2008.
Los trabajadores de EUA se han movilizado exigiendo un salario mínimo, logrando modestos pero igualmente importantes logros.
Escriben Nicholas Buffie Dean Baker en Center for Economic Policy Research
El año pasado, el presidente Obama llamó a aumentar el salario mínimo federal a US$10.10 por hora para finales de 2015. Sostuvo que a partir de 2015, los aumentos en el salario mínimo deben estar vinculados a la inflación, con el salario mínimo aumentando en línea con el precio al consumidor índice.
El poder adquisitivo del salario mínimo alcanzó su punto máximo a finales de 1960 a US$9.54 la hora en dólares del 2014. Esto es más de dos dólares por encima del nivel actual de US$7.25 la hora. Si bien el aumento del salario mínimo a US$9.54 proporcionaría una gran mejora en los niveles de vida para millones de trabajadores a quienes en la actualidad se paga alrededor del salario mínimo, vale la pena hacer una pregunta de una manera diferente: ¿y si el salario mínimo se hubiese mantenido en paridad con la productividad crecimiento en los últimos 44 años? En otras palabras, en lugar de mantener el poder adquisitivo constante al nivel 1968, que pasaría si nuestros trabajadores peor remunerados compartieran equitativamente en el crecimiento económico en los años intermedios.
Ello significaría que el salario mínimo debería ser US$18.42, como indica este cuadro que traza la productividad y el salario mínimo en EUA.
Por otro lado, Tansi Misr nos recuerda en Citilab que el salario mínimo sencillamente no permite vivir en un sitio decente.
Sí, la economía estadounidense está mejorando, y sí, estamos creando más puestos de trabajo. Sin embargo, los salarios por hora para una gran cantidad de las nuevas plazas están, en el mejor de los casos, estancados. De acuerdo con el Pew Research Center, el 30% de la fuerza laboral de Estados Unidos — casi 21 millones de personas — gana un salario casi a los niveles del salario mínimo.
Publica un mapa que indica que así como los salarios están estancados, los costos de la vivienda siguen aumentando. Como resultado de ello, uno de cada cuatro hogares gastan más de la mitad de sus ingresos en vivienda.
Algo que pensar este Día del Trabajo en EUA
