“Guernica,  la  villa  más  antigua  de  los  vascos  y  el  centro  de  su  tradición  cultural,  fue completamente destruida ayer por la tarde mediante incursiones aéreas de los insurrectos. El bombardeo de esta ciudad abierta y muy alejada del frente, requirió exactamente tres horas y cuarto,  durante  las  cuales  una  poderosa  flota  de  aviones  consistente  en  tres  modelos alemanes, bombarderos Junkers yHeinkel y cazas Heinkel, no cesó de descargar sobre la villa bombas de 500 kilos para abajo, y un número de proyectiles incendiarios de aluminio y un kilo de peso, que se ha calculado en más de 3,000.

“Entre tanto, los cazas volaban rasantes desde el centro  de  la  población  para  ametrallar  a  aquellos  elementos  de  la  población  civil  que  se refugiaban en los campos. Toda Guernica pronto estuvo en llamas, excepto la histórica Casa de Juntas, con sus ricos archivos de la raza vasca, y donde solía reunirse el Parlamento vasco. El famoso  roble  de  Guernica,  un  seco  tronco  que  cuenta  600  años  y  con  los  nuevos  y  jóvenes brotes  de  este  siglo,  quedó  también  intacto.  Aquí  solían  los  reyes  de  España  pronunciar  el juramento de respetar los derechos democráticos (fueros) de Vizcaya, y a cambio recibían una promesa de obediencia como  soberanos  con  el  título  democrático de señor,  y  no de  rey, de Vizcaya”.

Así comienza la sección “El Tema Definitivo”, del fascinante estudio “Picasso Guernica y otra obras”, publicado en Cañasanta por Danislady Mazorra Ruiz de la Facultad de Artes y letras de la Habana. Consiste de una reseña analítica y descriptiva del génesis creativo que concluye en lo que se considera la pintura más importante del Siglo 20, encargado por el pabellón español para la Exposición Internacional de París en 1937.

Explica que inicialmente Picasso se mostró renuente a crear una obra de arte política. Además, no le gustaba trabajar por encargos. Y atravesaba una época de problemas personales y de salud. Pero al recibir noticia de la masacre en Guernica, a finales de abril de 1937, Picasso comenzó a trabajar con su arrebato y pasión terminando el cuadro el 4 de junio.

Analiza los 45 bocetos que prepara Picasso en el proceso, igual que otros trabajos anteriores, que sientan las bases del imaginario simbólico: los  grabados Minotauromaquia y El Sueño y  la  Mentira  de  Franco II.

Fotos Cañasanta

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