TalibanesLa última vez que algo así aconteció, escribe Jim Michaels en USA Today, fue durante la guerra de Vietnam.

Un comandante del Marine Corps ha pedido la renuncia (léase despedido) de dos generales por su incapacidad de defender adecuadamente una base en Afganistán.

Dice USA Today que un ataque en el 2012 a la base Camp Bastion por unos 15 combatientes talibanes dejó un saldo de dos marines muertos y una docena de aviones destruídos.

Según el militar que pidió las cabezas de sus colegas — los mayores general Chargles Gurganus y Gregg Sturdevant — “ha sido la decisión más difícil que he tomado como comandante del cuerpo de Marines”.

Pero, agregó el General James Amos, “Es el deber de ellos proteger a sus tropas y estos generales no cumplieron con su deber”.

El arriesgado ataque, dice USA Today, tomó por sopresa a los defensores de la base.

Los talibanes, aprovechando la oscuridad de la noche y vistiendo uniformes militares de EUA, cortaron la cerca del perímetro de protección; entraron por el cauce de un riachuelo seco.

Iban fuertemente armados.

Una vez dentro de la base, se dividieron en tres grupos, cada uno con un objetivo diferente y atacaron los jets Harrier de los Marines y los helicópteros, además de las barracas de los soldados.

Unos 100 soldados estadounidenses respondieron al ataque, matando a todos menos a uno de los atacantes.

Dice USA Today que el operativo de los talibanes, que se ha considerado uno de los más atrevidos de la guerra en Afganistán, ha sido investigado varias veces.

Artículo en inglés