Cuando un análisis independiente de JPMorgan Chase expuso “fallas graves” en sus préstamos hipotecarios, la compañía hizo lo que Wall Street suele hacer: escondió la evidencia.
Escribe Jessica Silver Greenberg en The New York Times que en documentos presentados en la corte federal esta semana, las autoridades encontraron pruebas de que la empresa “ajustó” las revisiones críticas que recibió, mediante la compra y venta de un nuevo conjunto de préstamos caseros, creando un base de datos “limpia” en el proceso.
La medida permitió al gigante financiero encubrir faltas graves en su prácticas de préstamos y venta de hipotecas, y vender a los consumidores lo que parecían préstamos sólidos.
Esta evidencia, que incluye un “caudal de correos electrónicos internos y en entrevistas a los empleados”, puede ser un paso importante en el histórico caso de la Agencia Federal de Financiamiento de Viviendas por US$200,000,000,000 contra la compañía.