Si en algunas escenas de amor — sea en el cine, la literatura, o las novelitas rosa — las lágrimas femeninas (falsas o verdaderas) despertaban la pasión del galán y ello conducía al amor apasionado, los escritores no tenían ni la menor idea de lo que estaban diciendo: un nuevo estudio indica precisamente lo contrario, dice la BBC.

Dice que según un estudio del Instituto Weizmann en Israel, las lágrimas femeninas pueden tener un efecto negativo en el deseo sexual de los hombres. Los resultados indican que las lágrimas femeninas despiden una “señal química” que actúa como un matapasiones.

Participaron en el estudio mujeres y hombres. A las voluntarias del estudio se las puso a llorar mirando películas tristes. El grupo de hombres voluntarios, continúa la BBC, se dividió en dos. A unos se les pusieron las recién vertidas lágrimas femeninas bajo las narices, a otros una solución salina. Ninguno de los grupos sabía cuál y, de todas maneras, las lágrimas no tienen ningún olor.

Escáneos del cerebro mostraron reducciones en los niveles de testosterona y la actividad del cerebro asociada con el deseo sexual.

La directora del estudio, la profesora Noam Sobel dice que ahora piensa estudiar el efecto en las mujeres de las lágrimas masculinas.

¿Necesitarán voluntarios?

Artículo en inglés con audio

Foto cortesía de angelic0devil6 via flickr