Se apagaron los bombos y platillos y comenzaron las tensiones en la eurozona.
Luego del eufórico anuncio el jueves por el Banco Central Europeo de sus planes de compra ilimitada de bonos, duras críticas al plan han comenzado no se hicieron esperar, informa Steven Erlanger en el New York Times.
Dice que en Alemania, país clave para la implementación del llamado plan Draghi (por el presidente del Banco, Mario Draghi) con demoledores ataques lo recibieron políticos y los medios, algunos de ellos acusando al banco de intentar estabilizar el euro mediante violaciones del mandato de combatir la inflación y, a la vez, imponer la deuda a las naciones de la eurozona.
Mientras tanto, los dos principales beneficiarios del plan, España e Italia, parecen renuentes a solicitar ayuda, así no tengan otra opción, dice: tal es el temor a las reacciones domésticas a las condiciones (léase control) que acompañaría cualquier dinero del banco.
